martes, 20 de julio de 2010
La vida, la ciencia, el ADN y el cáncer
Hace ya mucho tiempo, uno de mis más venerados maestros me propino un rapapolvo, suave en formas pero con duro fondo de acero, por "frivolizar" en un artículo de prensa sobre algo tan terrible como el cáncer.
Me consideré injustamente tratado y me defendí. Con el debido respeto eso sí, pero me defendí: yo no frivolizo con ningún tema, trato de explicar en palabras sencillas y cercanas aspectos industriales y científicos y que tienen en común su incidencia en la toma de decisiones, individuales y colectivas, en materia de Sostenibilidad.
Me explico: considero que todo ciudadano mayor edad está perfectamente facultado para decidir en todos los aspectos de su vida… esta afirmación, que alguna juzgará de “obviedad”, no todo el mundo parece tenerla clara y, menos aún, los legisladores: cuando la decisión implica conocimientos técnicos complejos hay quien piensa (muchos) que no merece la pena explicarla que una élite cualificada puede tomar la decisión por ellos… ¿dónde está el límite de lo “excesivamente complejo” para que los ciudadanos decidan?... ¿es “excesivamente complejo” decidir sobre los pros y los contras de utilizar un determinado producto (p.ej. bolsas de plásticos de un solo uso…)?, ¿o sobre, por ejemplo, si se debe prohibir fumar en los bares?... ¿es que no es “excesivamente complejo” (y enormemente trascendental, añadiría yo) educar a un adolescente?, ¿debe por ello el Estado tomar las decisiones por mí a partir de que mi hija cumpla 12 años?... ¿es lo que realmente queremos?... ¿no tiene esa idea, toda ella, desde prohibir un producto hasta evaluar si estamos preparados para educar a nuestros hijos, un cierto tufillo "fascista"?...
Cuenta el Evangelio de San Juan (8:32) que Jesús dijo a sus discípulos: “…y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" y ese es el fundamento de toda sociedad democrática: la libertad de expresión, la libertad de información y la educación son la base del conocimiento y el conocimiento es imprescindible para tomar decisiones… es imprescindible para la libertad. Por eso, yo estoy convencido de que los gobiernos deberían esforzarse en fomentar mucho más el conocimiento y la divulgación científica, la base sobre la que se toman las decisiones de futuro, las que de verdad importan pues afectarán a la vida de nuestros hijos y de nuestros nietos, la decisiones colectivas que afectan a la Sostenibilidad.
Esos fueron los términos de mi defensa, más o menos. Y la adelanto, en este caso, para que nadie me acuse de frivolizar con este tema. He conocido muy de cerca lo que significa esta enfermedad, he sufrido en personas muy cercanas el drama que humano que trae consigo…. Me he preguntado, como casi todo el mundo – “¿Por qué?, ¿por qué a nosotros?, ¿Por qué a mi familia?”… y quizás, precisamente por ello, no quiero renunciar a contar, desde mis modestos conocimientos y en palabras muy sencillas, mis respuestas a esas preguntas.
El cáncer no es una enfermedad normal. No porque sea especialmente grave (que lo es) sino porque su causa no es un agente externo, no es un virus, ni una bacteria, ni un parásito, ni si quiera una intoxicación (ya sea puntual, como la ingestión de un veneno o continuada, como el alcoholismo). Hay, al parecer, agentes o situaciones externas que favorecen su aparición, pero la relación causa/efecto no es tan evidente como en otras enfermedades o afecciones.
Hay personas que soportan mejor el alcohol que otras, en función de su constitución física, su costumbre... pero, cualquier persona que ingiera un litro de alcohol puro va a tener síntomas graves de intoxicación etílica, sin embargo, casi todo el mundo ha oído contar una historia similar a: “… pues mi abuelo fumó durante 80 años y se murió con 94 porque le atropelló un tranvía…” y es que, entre el agente favorecedor de la enfermedad y la propia enfermedad, hay un paso intermedio.
Ese paso intermedio está en nuestra más íntima esencia. En lo más recóndito de nuestro ser: en nuestro particular e intransferible ácido desoxirribonucleico, en el ADN.
El ADN no es, ni más ni menos, que una molécula química. Una molécula polimérica… un polímero, es decir una molécula compuesta de unidades más simples conectadas entre sí, como los eslabones de una cadena. En este caso, cada eslabón, llamados nucleótidos, o bien un compuesto con base en el nitrógeno que pueden ser uno de estos cuatro Adenina C5H5N5 (A), Timina C5H6N2O2 (T), Citosina C4H5N3O (C) o Guanina C5H5N5O (G), o bien un azúcar (la desoxirribosa - C5H10O4) y un grupo fosfato (PO43-) que actúan como enganche entre los eslabones es decir, en esencia, solamente Carbono (C), Oxígeno (O), Nitrógeno (N), Fósforo (P) e Hidrógeno (H) combinados químicamente (que no mágicamente) de una determinada manera… según la secuencia en la que se coloquen los distintos tipos de eslabones ATGCATCGCGTACAT…. así somos. Todos los seres vivos, desde un ser humano hasta una bacteria, tenemos los mismos eslabones, lo que es particular de cada individuo es la secuencia en la que esos eslabones se colocan. En las células, el ADN se presenta como una doble cadena de nucleótidos, en la que las dos hebras están unidas entre sí por unas conexiones denominadas puentes de hidrógeno… es la llamada doble hélice o doble hebra.
Todos sabemos, al menos todo hemos visto alguna vez la serie televisiva CSI y cientos de veces nos lo han dicho, que todas y cada una de las células de nuestro cuerpo tienen nuestro ADN y todos los seres humanos de la tierra tienen su propio ADN diferente.
El ADN es solamente química, es sólo una molécula, pero, además de que cada una de esas moléculas es especial y diferente todas tienen algunas características que las hacen aún más especiales: son capaces de reproducirse a sí mismas y, además, de tomar elementos químicos de su alrededor y transformarlos para convertirlos en moléculas funcionales llamadas proteínas, moléculas que ayudan a que el ADN pueda seguir reproduciéndose a sí mismo.
Cada una de estas nuevas hebras de ADN vuelve a ordenar la química a su alrededor, generando una célula que realiza las mismas funciones que la célula de la que ha partido.
Eso sucede cada segundo, cada minuto células nacen y mueren manteniendo la vida en constante renovación. Nuestro cuerpo no es “lo mismo” a cada momento… la constante auto-reproducción de nuestro ADN hace que yo siga siendo yo… aunque mi materia física, mis átomos y mis moléculas, hayan sido completamente sustituidas muchas veces a lo largo de mi vida.
Una molécula tan compleja tiene muchas dificultades para reproducirse con exactitud… con cierta frecuencia el proceso no se completa correctamente y el ADN de una nueva célula no es exactamente igual que su antecesora… se ha producido una mutación.
En la inmensa mayoría de los casos, las células erróneas, con un ADN defectuoso, son desechadas del cuerpo y eliminadas sin mayor incidencia, sin embargo, un ínfimo porcentaje de esas mutaciones son la base de la evolución de las especies. Debido a ese salto genético en el proceso reproductivo, a ese “error” en la replicación del ADN, uno de los hijos de una pareja de guepardos es más rápido que los demás, cazará mejor, adaptándose mejor al medio y permitiendo que su estirpe sea más grande que la de sus hermanos, transferirá esa “mejora” a sus hijos y nietos y así, con minúsculas mutaciones durante miles de años, generación tras generación, evolucionamos desde los seres unicelulares a lo que somos hoy en día.
Hay otro pequeñísimo porcentaje de mutaciones que el cuerpo no es capaz de eliminar. Si con el “error” el ADN ha perdido su capacidad de auto-reproducirse, tampoco sucederá nada… pero si se combina un ADN defectuoso, que el cuerpo no es capaz de eliminar y que mantiene su capacidad de auto-replicación intacta… nos encontramos ante el llamado “orcogen”… el principio de un tumor, el principio de un cáncer.
Habitualmente, la gente hace muchas distinciones entre “tumores benignos” y “tumores malignos”. La única diferencia entre ambos es que los “tumores malignos” son aquellos que “pierden” células defectuosas que viajan por el riego sanguíneo y que pueden llegar fijarse en otras partes del cuerpo. Estamos, claro está, ante el peor de los casos, pero no por ello un tumor “benigno” es algo “bueno”.
Una última consideración respecto al cáncer y que me preocupa especialmente. Resultan paradójicas las acusaciones que recaen sobre la tecnología y la ciencia como culpables del innegable incremento de la incidencia de enfermos y de muertes asociadas al cáncer en las últimas décadas… paradójicas y…. completamente ciertas pues esta innegable realidad estadística es, efectivamente, culpa de la tecnología y de la ciencia…. pues el cáncer es la enfermedad que todavía no somos capaces de curar… y aquellos que hace 100 años morían de gripe, viruela o sarampión a los 5 años hoy viven hasta los 80 y mueren de un cáncer… lo que me lleva a formularme una pregunta, ¿deberíamos decir entonces que el incremento de la incidencia del cáncer es “por culpa de” o quizás “gracias a” la ciencia y la tecnología?... bueno, termino, que empiezo a divagar y no quiero que me acusen de “frivolizar”.
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viernes, 16 de julio de 2010
¿Puedo pedir el DNI a la entrada en el control de acceso de mi fábrica? o una pregunta (no tan) tonta.
Confieso que dedico demasiado tiempo al email… y me cuesta entender cómo se trabajaba antes de que existiera. Rápido (por no decir inmediato), cómodo, se puede adjuntar documentación cuando es necesario… te permite contestar una consulta rápidamente pero sin la esclavitud del teléfono, permite comprobar datos, consultar fuentes y, en cuanto tienes un rato, respondes… aunque, últimamente, el problema es tener muchos ratos para tantos email.
Confieso que, a pesar de sus muchas ventajas y de haber incitado a los asociados y clientes a usarlo con soltura como medio de contactar conmigo, hay emails que me da miedo abrir…. No porque traigan malas noticias, no porque sean agresivos, deprimentes o huraños, más bien al contrario, suelen estar llenos de amabilidad (a veces, incluso cariño podríamos decir…), están bien redactados y plantean consultas en forma de retos muy interesantes…. demasiado interesantes.
Confieso que anteayer a mediodía, casi a la vez, recibí un de Susana Marcos de Ilarduya cuyo “Asunto” rezaba “Consulta”, otro de Javi Galindo, de FAES-Farma, titulado “Preguntas” y otro de Oscar Pérez Barrio, de Derivados del Flúor, denominado “Una pregunta" y no fui capaz de abrirlos hasta bien entrada la noche y es que, cuando técnicos de ese nivel, tienen una pregunta, ya sé que no va a ser cosa de 5 minutos. Si técnicos de ese nivel tienen una duda, es que el asunto tiene que ser complicado… y era la tarde de “jornada intensiva” que tenía ya reservada…
Pues bien, también ayer, recibí un email de otro de nuestros mejores técnicos (y de verdad que los tenemos muy buenos) con el amenazante título “Pregunta tonta”… me temí lo peor… y, efectivamente, la consulta tiene su miga. Extracto:
Hola Luis; tiempo sin hablar contigo. Mira una pregunta tonta pero real:
Resulta que con el control de accesos que tenemos a nuestras instalaciones pusimos en marcha un sistema para controlar a las contratas y darle una tarjeta magnética y la cosa va más o menos bien.
Pero decidimos aplicar un sistema parecido a las visitas: el sistema consiste básicamente en que a toda persona que viene de visita se le da la tarjeta con banda magnética pero, y aquí viene la pregunta, les pedimos que nos dejen el DNI mientras están dentro de fábrica. Esto es así porque al principio no lo hacíamos y había gente que se iba sin devolver tarjeta ni pasar por portería. Ha habido algunos que se han negado a dejar el DNI…
Bueno la pregunta es ¿legalmente no se puede pedir que dejen el DNI?¿tiene alguna consecuencia legal?.
Pues... ¿Por dónde empezamos?
En primer lugar, un consejo práctico: es imprescindible hacer las modificaciones necesarias para que no sea físicamente posible abandonar las instalaciones industriales sin pasar previamente por el control de acceso, de modo que, en todo momento, la empresa sepa, o pueda saber quién está dentro de su instalación. Las oficinas, pueden gestionarse a parte, pero, si es posible, yo recomiendo que el control de acceso abarque todas las dependencias de la empresa. Que se nos pueda “perder” alguien en una evacuación de emergencia es un riesgo que no conviene correr… ni si quiera en oficinas.
En segundo lugar, quizás convenga una reflexión sobre qué es el DNI y para qué sirve (y aquí me voy a permitir alguna licencia, un “off-topic”): Creado por Decreto de 2 de marzo de 1944, en plena posguerra, su función era la de aumentar el control sobre la población, de hecho, los primeros obligados a disponer de él fueron los presos, los políticos y los comunes. Franco se reservó el nº1, aunque no dispuso de su carnet hasta 1951…. Ya van viendo que no estoy muy a favor…
Pues bien, mi opinión es que el Documento Nacional de Identidad, que todo ciudadano español tiene obligación de obtener a partir de los 14 años, es un asalto, como un piano de grande, a algunos de los derechos fundamentales más esenciales.
Podremos discutir sobre la necesidad o no de sacrificar una parte de derechos en aras a la seguridad, pero que la mera existencia del DNI es contraria al derecho a la intimidad es más que evidente. ¿Está justificado que, por el mero hecho de nacer, al cumplir los 14 años, sin haber transgredido nunca la Ley, ni en el aspecto más nimio e intrascendente, tenga la obligación de ir a la policía y entregarles mi foto y mi huella dactilar?, ¿y si el último modelo de DNI electrónico (que es obligatorio llevar encima en todo momento, según la Ley) tuviera un chip de geolocalización por GPS de modo que la Autoridad pudiera, en todo momento, acceder a un ordenador y localizar nuestra situación en tiempo real?, ¿qué distancia moral nos quedaría a la obligación de implantarnos un chip debajo de la piel de la nuca?… sí, sí, como los perros... ¿Que me estoy pasando…?, pues es posible, pero el hecho de que nos hayamos acostumbrado a su existencia no significa que esa intromisión (legítima o ilegítima, ahí está la verdadera discusión) no sea real… la geolocalización en tiempo real es solamente un paso más allá... ya no es una cuestión “cualitativa”, la discusión es meramente “cuantitativa”.
Les ruego que me disculpen…. creo que con tantos años de pelear con la Administración, los abogados administrativistas nos vamos volviendo un poco anarquistas… pero, no me digan… que te obliguen a estar “fichado” ya es mal asunto… pero que, además, te cobren una tasa por ello…. vamos, vamos…. (ya vuelvo al tema, ya vuelvo, que iba a empezar a escribir inconveniencias al estilo de los tebeos: π)/%#|@#||&…)
Pero a lo que íbamos, la “pregunta tonta” ¿puede una empresa privada pedir el DNI y retenerlo para autorizar el acceso a sus instalaciones?
El Derecho es la ciencia que estudia las formas que tienen los seres humanos de regular su convivencia. Las normas y leyes son aplicaciones prácticas de esa ciencia, son la ingeniería derivada de ese estudio teórico. Cuando llega el momento de interpretarlas, de operar con ellas, debemos hacerlo conforme a las reglas básicas que la ciencia nos ofrece… no podemos intentar hacer funcionar una fábrica como si la gravedad no existiera o como si la termodinámica no tuviera sus normas… pues esto es lo mismo.
Cuando el Derecho pretende establecer normas para proteger derechos individuales, siempre que hay un problema jurídico, en el fondo, hay dos individuos con derechos individuales que se confrontan y el Derecho se encarga de establecer cómo y cuándo cederá cada uno de ellos.
¿Qué derechos se confrontan al pedir el DNI en la entrada de la fábrica?: el derecho de la instalación a proteger su seguridad mediante el control de los datos de todas las personas que acceden a las mismas y el derecho a la intimidad de aquel que pretende acceder.
Esa confrontación no está regulada por las normas del DNI sino por la Ley Orgánica 15/1999, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD). La empresa cumplirá con las obligaciones de la LOPD y, entre otras cosas, tendrá que tener la base de datos de visitantes regularizada en la agencia y deberá permitir que cualquier visitante pida que sus datos se borren de dicha base de datos.
¿Pero es legítimo solicitar el DNI para asegurarse de la identidad de la persona que accede a una instalación privada respetando las normas de la LOPD?, por supuesto que sí. Así lo ha reconocido la jurisprudencia en muchas ocasiones…. en realidad esa es una de las funciones esenciales del DNI: Ley Orgánica 1/1992, de Seguridad Ciudadana (LOSC) Artículo 9.1. “Todos los españoles tendrán derecho a que se les expida el Documento Nacional de Identidad, que gozará de la protección que a los documentos públicos y oficiales otorgan las Leyes, y que tendrá, por sí solo, suficiente valor para la acreditación de la identidad de las personas.”
Pero, vayamos un paso más adelante: ¿es legítimo retener el DNI en el acceso hasta que el visitante salga de la instalación? Aquí podíamos tener una cierta duda con la interpretación del artículo 9.2 de la LOSC: "El Documento Nacional de Identidad será obligatorio a partir de los catorce años. Dicho documento es intransferible, correspondiendo a su titular la custodia y conservación, sin que pueda ser privado del mismo, ni siquiera temporalmente, salvo los supuestos en que, conforme a lo previsto por la Ley, haya de ser sustituido por otro documento.”…. sin que puedan ser privados del mismo….
Para interpretar la norma tenemos que ir al sentido propio de las palabras y el Diccionario de la Real Academia es claro que Privar es “Despojar a alguien de algo que poseía” y Despojar: “Privar a alguien de lo que goza y tiene, desposeerle de ello con violencia”… con violencia… ¿se ejerce alguna forma de violencia por retener el DNI?... parece que no.
Parece que no, porque nadie es obligado a ello, es una condición para el acceso que no es contraria a la dignidad, no es discriminatoria o degradante, pues la persona a la que se solicita dejar el carnet en depósito puede decidir, sin mayor problema, acceder a la instalación o no hacerlo. Es proporcionada y no se entromete en la intimidad más allá de lo que ya se ha hecho al solicitar su exhibición y al computar datos del mismo. Nos encontramos ante una relación entre dos individuos privados, en régimen de igualdad. Así, por ejemplo, es habitual dejar el DNI en depósito cuando en una conferencia se presta a los asistentes auriculares para una traducción simultánea y nadie se siente “privado” de su carnet por ello… ¿quieres traducción simultánea?... dejas el DNI, ¿no quieres dejar el DNI?... pues no tienes traducción simultánea…
Conclusiones: si el procedimiento de entrada en la instalación incluye dejar en depósito el DNI, ningún derecho se violenta con ello, podrá ser una condición de acceso y denegar la entrada legítimamente a quien se niegue a ello… ahora bien, a partir de esa premisa, entran en juego las muy particulares leyes del mercado… ¿a qué me refiero?... si se niega a depositar el DNI el director general de un cliente del que depende el 50% de nuestra facturación, ¿le dejamos entrar?
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jueves, 15 de julio de 2010
Un nuevo grupo en Likedin para hablar de IKS-eeM
Hace mucho (demasiado) que no actualizo el blog como debiera… y la semana de vacaciones no es el único motivo… ya les contaré mis penas (...o no se las contaré que no quiero dar más lástima de la necesaria…) pero la transición de Office 2003 a Office 2007 me va a costar las salud…
El caso es que, entre tanto, hemos puesto en marcha un nuevo grupo en la red Linkedin. En este caso para intercambiar experiencias y charlar sobre la aplicación IKS-eeM.
No se puede remar contra el futuro y, nos haya gustado o no en sus inicios, el IKS-eeM está aquí para quedarse.
El Gobierno Vasco está haciendo un considerable y meritorio esfuerzo de formación e información sobre los vericuetos de la herramienta pero sabemos por experiencia que nunca van a ser suficientes, siempre habrá dudas y cuestiones, nuevos usuarios, la puesta en marcha del programa no terminará nunca… siempre estará “poniéndose en marcha”.
Con estas premisas, desde AVEQ-KIMIKA queremos aportar nuestro granito de arena en lo mejor que sabemos hacer: convertir información en conocimiento y apoyarnos en el intercambio de éste último entre los técnicos de las empresas.
Utilizaremos todos los servicios para asociados (nuestras circulares, cursos, charlas, ponencias, seminarios, grupos de trabajo…) y nuestros instrumentos de comunicación generales (el boletín, este mismo blog…) para difundir el conocimiento que nos vaya llegando al respecto.
Dentro de este último tipo de acciones, y aquí está la novedad, las de difusión general, hemos puesto en marcha un grupo accesible para asociados y no asociados, dentro de la red Linkedin para intercambiar dudas, soluciones y experiencias en este tema:
http://www.linkedin.com/groups?mostPopular=&gid=3219483
Para acceder hay que registrarse, pero es completamente gratuito. Dentro de la red tenemos nuestros propios grupos de trabajo virtuales.... pero esos son solamente para asociados.
Aunque soy el administrador del grupo y tengo que autorizar los ingresos, ya les adelanto que no se va a impedir a nadie participar. La propia dinámica de Linkedin impide, en principio, los comentarios anónimos y, aunque no soy partidario de la moderación de los grupos en Internet, se aceptaran las críticas duras, mejor si son constructivas, pero se eliminarán los exabruptos… si es que los hubiera.
Ya he planteado un par de cuestiones… están todos invitados a participar.
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