Esta es la segunda de las 7 entradas que publicaremos conjuntamente en este formato y en la nueva web a la que nos trasladamos. Para leer esta misma entrada en su nueva ubicación puede pinchar aquí: [Blog de AVEQ-KIMIKA] Déjà vu con la Igualdad. A pie de cada entrada encontrará un mini formulario para volver a suscribirse al blog en la nueva plataforma. Mucho nos tememos que la nueva regulación LOPD así nos lo exige.
Equipo AVEQ-KIMIKA
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Siempre que puedo, reservo un hueco para a asistir a las sesiones que organiza con tanta eficiencia Nieves Gámiz para CEBEK, en el marco del proyecto Enpresan Bardin.
Los motivos por los cuales hacemos un hueco en nuestro trabajo diario para acudir a convocatorias que quizás no se ajusten exactamente a nuestras obligaciones y cometidos diarios suelen ser variados, pero, aunque no es este mi caso pues la igualdad es uno de los ejes esenciales de trabajo de AVEQ-KIMIKA, estoy convencido de que yo asistiría igualmente.
Entre esa combinación de razones que me motivan, hay una un poco particular, que me da un poco de vergüenza explicarles, pero que es bastante humana: me hace sentir más joven. Y es que, cada vez que voy, cada vez que escucho los debates y los argumentos que se intercambian, me siento transportado a finales de los 90, cuando tenía 20 años menos. Aunque entonces no hablábamos de igualdad, sino de medio ambiente.
Veinte años han pasado y, en 2018, todos tenemos muy claro que la gestión medioambiental es un eje esencial de la industria, que la gestión medioambiental, no sólo no "cuesta" dinero, sino que lo ahorra. Y mucho.
Por aquel entonces, hablábamos de las dificultades de concienciar a las empresas y a las gerencias no concienciadas, hablábamos de cómo explicar a esas gerencias que no se trataba de gastar, sino de invertir, que no hay que elegir entre dos males a corto plazo, sino pensar en los réditos que se obtendrán a largo.
Dentro de 20 años, cuando la chicas y los chicos que hoy tienen 15 años, tengan 35, no entenderán por qué discutíamos, por qué tenemos que concienciar a alguien de lo evidente.
Entenderán que la productividad no se mide en horas de presencia, sino en eficiencia. Entenderán que, cuando das a la gente, a tu gente, confianza, respeto y comprensión, recibes compromiso, responsabilidad y talento.
Pensarán que es absurdo que si yo soy un hombre blanco, heterosexual de mediana edad, licenciado en Derecho y del Athletic y solamente contrato hombres blancos, heterosexuales de mediana edad, licenciados en Derecho y del Athletic, solamente pensaremos como un grupo de hombres blancos, heterosexuales de mediana edad, licenciados en Derecho y del Athletic, que siempre pensará igual, que estará anclado en el "esto siempre lo hamos hecho así" hasta el fin de los tiempos, que no logrará innovar y que sonará tan bien como sonaba la orquesta del Titanic mientras el barco se hundía, sin llegar a entender, qué pudo salir mal.
Es cierto, no puedo negarlo, que la sociedad tiene que acompañarnos. Que la igualdad en el mundo del trabajo necesita de la educación, de las familias, del compromiso de los hombres con aquellos ámbitos que han sido tradicionalmente "cosa de mujeres", porque, como sucedía en la visión a corto de las inversiones medioambientales, la competencia desleal debilita los avances. Pero esto también sucedía hace 20 años con el medio ambiente, y la sociedad y la industria han hecho el camino de la mano hasta hoy y cuenten con que la vigilancia social se va a incrementar y la discriminación será cada vez menos tolerada socialmente.
Pero no basta con concienciarse y no poner los medios y, si algo hemos aprendido de la calidad, del medio ambiente, de la prevención en todos estos años es que, además hay que sistematizar y medir, hay que planificar.
Mañana, 5 de julio, si nada se tuerce, firmaremos la XIX edición del Convenio General de la Industria Química, a cuya comisión negociadora me honra pertenecer. El pre-acuerdo se firmó el 20 de junio.
Las dos grandes apuestas de la industria química en este convenio han sido la formación y la igualdad, facilitando aún más la apuesta del sector por la formación continua, por la integración laboral de los jóvenes y por convertir a las fábricas del sector en espacios generadores de oportunidades para todos y todas.
Se incrementa la Implantación de Planes de Igualdad pues, si bien la Ley y el propio Convenio, contemplaban desde hace años la obligatoriedad de negociar dicha planificación en las empresas con más de 250 empleados, esta nueva edición aumenta esta obligación en empresas con más 150 trabajadores.
El nuevo convenio crea la Delegación de Igualdad, primer convenio que la incluye, y cuyas competencias estarán adscritas a los planes de igualdad que se establezcan en las empresas y favorece la transparencia en materia de igualdad salarial, pues el texto contempla que la información de los salarios que debe entregarse a la representación legal de la plantilla, además de segregada por grupos profesionales, deberá ser diferenciada entre hombres y mujeres.
Acérquense a alguna de las convocatorias de Enpresan Bardin y descubrirán un ámbito de gestión con inmensas posibilidades para la sostenibilidad de sus empresas. Descubrirán a profesionales muy interesantes, por ahora inmensa mayoría mujeres. Y verán algo que ya nos hubiera gustado tener a finales de los noventa cuando arrancamos con el medio ambiente, el absoluto y militante compromiso de la presidencia de una institución tan importante como CEBEK, porque yo es posible que tenga que perderme alguna sesión, pero Iñaki Garcinuño hace magia con su seguro complicada agenda para no fallar nunca.
En 2038 hablamos y verán cómo tengo razón.
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