1. Walther Nernst (Alemán. Química 1920); 2.
Robert Goldschmidt (Belga. Física); 3. Max Planck (Alemán. Física 1918) ; 4.
Marcel Brillouin (Francés. Física); 5. Heinrich Rubens (Alemán. Física); 6.
Ernest Solvay (Belga. Química industrial. Patrocinador del congreso); 7. Arnold
Sommerfeld (Alemán. Física); 8. Hendrik Antoon Lorentz (Holandés. Física 1902);
9. Frederick Lindemann (Británico. Física); 10. Maurice de Broglie (Francés.
Física); 11. Martin Knudsen (Danés. Física); 12. Emil Warburg (Alemán. Física);
13. Jean Perrin (Francés. Física 1926); 14. Friedrich Hasenöhrl (Austriaco.
Física); 15. Georges Hostelet (Belga. Química industrial. Colaborador de E.
Solvay); 16. Edouard Herzen (Belga. Química. Colaborador de E. Solvay); 17.
James Hopwood Jeans (Británico. Física); 18. Wilhelm Wien (Alemán. Física
1911); 19. Ernest Rutherford (Neozelandés/británico. Química 1908); 20. Marie
Curie (Polaca/francesa. Física 1903. Química 1911) ; 21. Henri Poincaré
(Francés. Física y matemásticas); 22. Heike Kamerlingh Onnes (Holandés. Física
1913); 23. Albert Einstein (Alemán/suizo/estadounidense. Física 1921); 24. Paul
Langevin (Francés. Físico).
Todos, o casi todos, aquellos que hayan
estudiado química, física o incluso cualquiera de las especialidades de la
ingeniería habrán visto en alguna ocasión esta fotografía.
Fue tomada en la primera edición del Congreso
Solvay celebrado en Bruselas en 1911 y que pudo celebrarse gracias al mecenazgo
de Ernest Solvay, fundador de la empresa del mismo nombre.
El plantel es impresionante, desde luego. Entre
paréntesis, junto a la nacionalidad, aparece la especialidad de cada uno de los
asistentes y, en su caso, el año en el que fueron galardonados con el premio
Nobel.
Quizás es aún más impresionante la foto del 5º
Congreso, celebrada también en Bruselas en 1927 donde diecisiete de los
veintinueve asistentes eran o llegaron a ser ganadores de Premio Nobel,
incluyendo también a Marie Curie, que había ganado dos premios Nobel en dos
disciplinas científicas diferentes. Pero a dicha Conferencia no pudo asistir su
promotor porque murió en 1922.
Ernest Solvay nunca ganó el premio Nobel pero
había patentado un sistema de producción del carbonato de sodio (Na2CO3), un
producto fundamental de la química inorgánica para la fabricación de vidrio,
detergentes o la metalurgia, conocido de hecho como “soda Solvay” y fundado la
compañía Solvay que aún sigue siendo una de las empresas químicas más importantes
del mundo.
A mediados del siglo XIX, el producto ya tenía una importante demanda pero se fabricaba siguiendo el método
ideado por el químico francés Nicolás Leblanc hacia 1791 y que implicaba las
siguientes reacciones químicas:
Reacción de la sal común con el ácido
sulfúrico:
2 NaCl + H2SO4 → Na2SO4 + 2 HCl
Reacción de calcinación del Na2SO4 con caliza y
carbón:
Na2SO4 + CaCO3 + 2 C → Na2CO3 + CaS + 2 CO2
Los principales problemas de este proceso eran la producción previa del ácido sulfúrico, la
contaminación atmosférica que producían las emanaciones ácidas de ácido
clorhídrico (HCl) y las grandes cantidades de residuos de sulfuro de calcio
(CaS) que se generaban.
Solvay revolucionó la química industrial al
repensar el proceso completo:
Haciendo pasar amoníaco y dióxido de carbono
(ambos gaseosos) por una solución saturada de agua salada (cloruro de sodio) se
forma carbonato ácido de sodio y cloruro de amonio (ambos solubles en agua):
NaCl + NH3 + CO2 + H2O
→ NaHCO3 + NH4Cl
El carbonato ácido de sodio se separa de la
solución por filtración y se transforma en carbonato de sodio por calcinación:
2 NaHCO3
→ Na2CO3 + H2O + CO2
El cloruro de amonio obtenido se hace
reaccionar con óxido de calcio y se recupera amoníaco necesario para la primera reacción:
2 NH4Cl + CaO
→ 2 NH3 + 2 H2O + CaCl2
El óxido de calcio se produce en la misma
fábrica por calcinación de carbonato de calcio (piedra caliza) y así se produce
el dióxido de carbono necesario en la primera reacción:
CaCO3
→ CaO + CO2
Es decir, el proceso solamente consumía piedra
caliza y sal común. Ambos productos abundantes y baratos y aprovechaba los
subproductos generados en el mismo proceso como materias primas, salvo el
cloruro de calcio (CaCl2) que tiene muchas aplicaciones (y que incluso se
come…) En resumen, una gran idea que hoy en día se sigue aplicando en, por ejemplo, la fábrica de Solvay de Torrelavega (Cantabria).
Fue la inteligencia del diseño en el
aprovechamiento de los subproductos lo que hizo del proceso Solvay un éxito
absoluto. Lo que permitió la existencia de las reuniones del Congreso Solvay y que con ellos
avanzara una generación de oro de la historia de la ciencia.
3 comentarios:
Hola Luis, nos tienes en áscuas, no se si podremos esperar a mañana.
Un saludo y Fleiz Año 2012
Hola Jesús Mª
De eso se trataba... de eso se trataba.
Feliz año también para vosotros.
Luis
Creo que esa primera reunión se celebró en el vetusto Hotel Metropol de Bruselas.
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