(Ilustración cortesía de lab.rtve.es/fracking)
Estimada Miriam,
Lo primero de todo, aunque apenas acabamos de conocernos y solamente ha sido cibernáticamente, es confesarte mi admiración por tu trabajo.
Lo que hacéis en Lab.RTVE me parece, sencillamente, alucinante. Es verdad, y no me cuesta admitirlo, que en el fondo tengo alma de periodista y cuando un trabajo informativo se hace bien, ya me tiene ganado (cosas de familia), pero si a la información sumáis mi debilidad por el diseño y las nuevas tecnologías... pues eso, que todavía tengo la boca abierta desde que vi el reportaje de la violencia en Honduras. En definitiva, cada infografía que sacáis me gusta más que la anterior.
Todo ese gran trabajo visual, la capacidad de síntesis. la facilidad para seguir el hilo de la explicación... en todos esos aspectos, el especial sobre el "fracking" me parece impecable y te felicité por ello. Solamente te comenté que, en mi modesta opinión, "sobraba algún epíteto"... Y, como me diste pie, pues nada aquí voy.
Conocía un trabajo parecido, este microsite, que visualmente es una obra de arte que explica qué es el fracking desde un claro posicionamiento previo "anti". Lo digo porque cae en, uno tras otro, todos los argumentos tópicos de los grupos contrarios, sin contraste científico o documental alguno, pero que incluyen palabras que dan mucho miedo a la gente: las más socorridas son "cáncer" y "contaminación del agua que beben nuestros hijos"
Aquí, en AVEQ-KIMIKA somos abogados. Somos unos abogados un poco raros porque nos dedicamos a una especialidad concreta del Derecho. Tan concreta que ni siquiera tiene un nombre serio y reconocido. Nosotros lo llamamos Derecho Industrial.
Una parte importante de nuestra actividad de todos los días, que nosotros llamamos con el casi poético nombre de "Tutela de Producto", está dedicada a la clasificación de productos químicos. Trabajamos conjuntamente con laboratorios, grupos de toxicología, expertos en ciencias ambientales, por supuesto químicos de toda Europa, con la coordinación de la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) para determinar, con toda la precisión que sea posible, cuando un producto químico es peligroso y cuando no, y en qué escala de peligrosidad debe clasificarse... incluida la peligrosidad para el medio ambiente.
La sociedad nos exige, y hace bien, que hagamos nuestro trabajo con seriedad y precisión y que la Industria para la que trabajamos cumpla la normativa vigente al milímetro. En la misma medida, creo yo, la sociedad pide a los medios que presenten la información de forma objetiva y contrastada, separando opinión de información.
Como audiencia podemos pediros que, aunque todo el mundo que habla en voz alta (o que incluso vocifera) dice que los productos químicos que se usan en el fracking son "altamente contaminantes", vosotros os lo cuestionéis y vayais un poco más allá y os preguntéis si ese epíteto responde a una realidad objetiva o a una opinión valorable y, cuando menos, parcial.
Toda actividad humana es contaminante. Toda. Pero la clave para decidir sobre una actividad humana contaminante, no es ni siquiera si es más o menos contaminante, la cuestión clave para tomar la decisión es si compensa. Y, me explico y lo llevo a propósito al extremo de la demagogia: trasladar a un herido a un hospital contamina, si se hace en un carro de bueyes contamina poco, si se hace en una ambulancia diésel, contamina más... pero esa contaminación, compensa por otros beneficios.
El caso es que de todos los listados oficiales de productos químicos utilizados en miles de pozos en los Estados Unidos, auditados por las autoridades medioambientales norteamericanas, están disponibles en esta web. Perfectamente geo-localizados. Hemos analizado decenas de ellos y no hemos encontrado ningún pozo que utilice un fluido hidráulico que sea "altamente contaminante". Para ello, basta con contrastar los listado con las clasificaciones oficiales de la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) (lo más sencillo es copiar el número CAS de cada sustancia y buscarlo en la página de la ECHA).
Y es que, partiendo de la idea de que toda la materia existente es un producto químico, aquellos que pueden producir efectos preocupantes en el medio ambiente se clasifican, conforme al Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos y, específicamente, a la adaptación realizada del mismo por la Unión Europea, en peligrosidad aguda, de efectos inmediatos para el medio ambiente acuático, en grados 1, 2, 3 y 4, adicionalmente aquellos que pueden provocar efectos nocivos en el medio ambiente a largo plazo y, además, aquellas sustancias que afectan a la capa de ozono. Además, muy importante, es imprescindible de hecho, tener en cuenta la concentración. Para tratar el agua del grifo, la que tú y yo bebemos, la del Canal de Isabel II o del Consorcio de Aguas de Bilbao, se utilizan productos que también podrían calificarse como "altamente contaminantes", como por ejemplo, el cloro. Lo importante es cuanto.
Bueno, pues en las decenas de pozos que hemos analizados no hemos encontrado ninguna sustancia con capacidad de contaminación ambiental apreciable en porcentajes con la más mínima incidencia. De hecho, la sustancia más peligrosa para el medio ambiente que hemos encontrado, utilizada en torno al 0,005% en algunos pozos, es Hipoclorito Sódico al 30%... es decir, lo que solemos llamar lejía en nuestras casas.
El gran problema del fracking no son los productos químicos, ni la contaminación de los acuíferos, ni los terremotos... el gran problema del fracking se ve en las diferencias entre los temas de la campaña de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en 2008 y en 2012.
En las presidenciales de 2008, uno de los ejes principales en los que se basó la victoria de Barack Obama fueron las energías renovables y los futuros "Green Jobs" derivados de aquellas. En 2012, debido al descenso escalofriante de los precios del gas natural por boom del fracking, ese tema desapareció. El gran problema del fracking es que va a retrasar la apuesta que tendremos que acabar haciendo por las energías renovables... haciendo que los enormes costes económicos de dicha apuesta se paguen de forma más gradual pero afectando de forma clara a la lucha contra el cambio climático.
Pero, esta sencilla explicación, para los grupos de presión más conocidos, no parece ser suficiente y parecen partir del principio que dice que el pueblo no puede entender aspectos científicos complejos o a largo plazo y que, para conseguir que la gente se posicionen en contra de "algo", es necesario exagerar, e incluso mentir descaradamente, para conducirles hacia "la verdad". Parecen necesitar infundir miedo con conceptos como terremotos, agua contaminada o cáncer... Personalmente, esta manera de enfocar los debates sobre Sostenibilidad me parece un insulto a la inteligencia de todos nosotros.
Para terminar, creo que debo aclarar es que no soy ni pro-fracking, ni anti-fracking. Me considero más bien pro-verdad, así que, desde mis modestos conocimientos, trato de situar este tema en su sitio objetivo y luego que cada cual obtenga sus propias conclusiones y... ¡me gustaría tanto que los medios de comunicación me ayudéis en esa labor!.
Ha sido un placer, Miriam, tienes en mi un fiel seguidor en Twitter y, te lo aseguro, visitaré vuestro laboratorio a menudo.