miércoles, 24 de abril de 2013

Estimada Miriam: Epítetos y fracking

(Ilustración cortesía de lab.rtve.es/fracking)

Estimada Miriam,

Lo primero de todo, aunque apenas acabamos de conocernos y solamente ha sido cibernáticamente, es confesarte mi admiración por tu trabajo.

Lo que hacéis en Lab.RTVE me parece, sencillamente, alucinante. Es verdad, y no me cuesta admitirlo, que en el fondo tengo alma de periodista y cuando un trabajo informativo se hace bien, ya me tiene ganado (cosas de familia), pero si a la información sumáis mi debilidad por el diseño y las nuevas tecnologías... pues eso, que todavía tengo la boca abierta desde que vi el reportaje de la violencia en Honduras. En definitiva, cada infografía que sacáis me gusta más que la anterior.

Todo ese gran trabajo visual, la capacidad de síntesis. la facilidad para seguir el hilo de la explicación... en todos esos aspectos, el especial sobre el "fracking" me parece impecable y te felicité por ello. Solamente te comenté que, en mi modesta opinión, "sobraba algún epíteto"... Y, como me diste pie, pues nada aquí voy.

Conocía un trabajo parecido, este microsite, que visualmente es una obra de arte que explica qué es el fracking desde un claro posicionamiento previo "anti". Lo digo porque cae en, uno tras otro, todos los argumentos tópicos de los grupos contrarios, sin contraste científico o documental alguno, pero que incluyen palabras que dan mucho miedo a la gente: las más socorridas son "cáncer" y "contaminación del agua que beben nuestros hijos"

Aquí, en AVEQ-KIMIKA somos abogados. Somos unos abogados un poco raros porque nos dedicamos a una especialidad concreta del Derecho. Tan concreta que ni siquiera tiene un nombre serio y reconocido. Nosotros lo llamamos Derecho Industrial.

Una parte importante de nuestra actividad de todos los días, que nosotros llamamos con el casi poético nombre de "Tutela de Producto", está dedicada a la clasificación de productos químicos. Trabajamos conjuntamente con laboratorios, grupos de toxicología, expertos en ciencias ambientales, por supuesto químicos de toda Europa, con la coordinación de la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) para determinar, con toda la precisión que sea posible, cuando un producto químico es peligroso y cuando no, y en qué escala de peligrosidad debe clasificarse... incluida la peligrosidad para el medio ambiente.

La sociedad nos exige, y hace bien, que hagamos nuestro trabajo con seriedad y precisión y que la Industria para la que trabajamos cumpla la normativa vigente al milímetro. En la misma medida, creo yo, la sociedad pide a los medios que presenten la información de forma objetiva y contrastada, separando opinión de información.

Como audiencia podemos pediros que, aunque todo el mundo que habla en voz alta (o que incluso vocifera) dice que los productos químicos que se usan en el fracking son "altamente contaminantes", vosotros os lo cuestionéis y vayais un poco más allá y os preguntéis si ese epíteto responde a una realidad objetiva o a una opinión valorable y, cuando menos, parcial.

Toda actividad humana es contaminante. Toda. Pero la clave para decidir sobre una actividad humana contaminante, no es ni siquiera si es más o menos contaminante, la cuestión clave para tomar la decisión es si compensa. Y, me explico y lo llevo a propósito al extremo de la demagogia: trasladar a un herido a un hospital contamina, si se hace en un carro de bueyes contamina poco, si se hace en una ambulancia diésel, contamina más... pero esa contaminación, compensa por otros beneficios.

El caso es que de todos los listados oficiales de productos químicos utilizados en miles de pozos en los Estados Unidos, auditados por las autoridades medioambientales norteamericanas, están disponibles en esta web. Perfectamente geo-localizados. Hemos analizado decenas de ellos y no hemos encontrado ningún pozo que utilice un fluido hidráulico que sea "altamente contaminante". Para ello, basta con contrastar los listado con las clasificaciones oficiales de la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) (lo más sencillo es copiar el número CAS de cada sustancia y buscarlo en la página de la ECHA).

Y es que, partiendo de la idea de que toda la materia existente es un producto químico, aquellos que pueden producir efectos preocupantes en el medio ambiente se clasifican, conforme al Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos y, específicamente, a la adaptación realizada del mismo por la Unión Europea, en peligrosidad aguda, de efectos inmediatos para el medio ambiente acuático, en grados 1, 2, 3 y 4, adicionalmente aquellos que pueden provocar efectos nocivos en el medio ambiente a largo plazo y, además, aquellas sustancias que afectan a la capa de ozono. Además, muy importante, es imprescindible de hecho, tener en cuenta la concentración. Para tratar el agua del grifo, la que tú y yo bebemos, la del Canal de Isabel II o del Consorcio de Aguas de Bilbao, se utilizan productos que también podrían calificarse como "altamente contaminantes", como por ejemplo, el cloro. Lo importante es cuanto.

Bueno, pues en las decenas de pozos que hemos analizados no hemos encontrado ninguna sustancia con capacidad de contaminación ambiental apreciable en porcentajes con la más mínima incidencia. De hecho, la sustancia más peligrosa para el medio ambiente que hemos encontrado, utilizada en torno al 0,005% en algunos pozos, es Hipoclorito Sódico al 30%... es decir, lo que solemos llamar lejía en nuestras casas.

El gran problema del fracking no son los productos químicos, ni la contaminación de los acuíferos, ni los terremotos... el gran problema del fracking se ve en las diferencias entre los temas de la  campaña de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en 2008 y en 2012.

En las presidenciales de 2008, uno de los ejes principales en los que se basó la victoria de Barack Obama fueron las energías renovables y los futuros "Green Jobs" derivados de aquellas. En 2012, debido al descenso escalofriante de los precios del gas natural por boom del fracking, ese tema desapareció. El gran problema del fracking es que va a retrasar la apuesta que tendremos que acabar haciendo por las energías renovables... haciendo que los enormes costes económicos de dicha apuesta se paguen de forma más gradual pero afectando de forma clara a la lucha contra el cambio climático.

Pero, esta sencilla explicación, para los grupos de presión más conocidos, no parece ser suficiente y parecen partir del principio que dice que el pueblo no puede entender aspectos científicos complejos o a largo plazo y que, para conseguir que la gente se posicionen en contra de "algo", es necesario exagerar, e incluso mentir descaradamente, para conducirles hacia "la verdad". Parecen necesitar infundir miedo con conceptos como terremotos, agua contaminada o cáncer...  Personalmente, esta manera de enfocar los debates sobre Sostenibilidad me parece un insulto a la inteligencia de todos nosotros.

Para terminar, creo que debo aclarar es que no soy ni pro-fracking, ni anti-fracking. Me considero más bien pro-verdad, así que, desde mis modestos conocimientos, trato de situar este tema en su sitio objetivo y luego que cada cual obtenga sus propias conclusiones y... ¡me gustaría tanto que los medios de comunicación me ayudéis en esa labor!.

Ha sido un placer, Miriam, tienes en mi un fiel seguidor en Twitter y, te lo aseguro, visitaré vuestro laboratorio a menudo.

viernes, 19 de abril de 2013

Conceptos sencillos, palabras complicadas en el aire




He puesto a Izaskun Bilbao presidiendo esta entrada porque hacia tiempo que no me sentía tan bien representado por un o por una parlamentaria. Sabía de su capacidad pero me ha sorprendido muy gratamente comprobar, al leer su blog esta entrada (a partir del octavo párrafo), lo bien que ha preparado un tema tan técnico y complejo para una votación sobre un asunto concreto que, supongo yo, para un parlamentario no especialista en temas ambientales, le parecerá lejano y abstracto. Mi enhorabuena.

El pasado martes tenía lugar en el Parlamento Europeo una votación que, sin ser ni mucho menos “crucial” (pues la medida que finalmente fue rechazada puede volver a ser presenta por al Comisión más adelante), sí que me parecía importante como indicador de cuánto hay de sinceridad en las instituciones europeas y en los países miembros en la protección del medio ambiente y, hasta que punto, esa voluntad de protección se puede ver "contaminada" con intereses que nada tienen que ver con la naturaleza, la salud y la atmósfera pero que terminan por perjudicar a la capacidad competitiva de la industria europea, a su capacidad para crear empleo.

Como jurista, no puedo dejar de admitir que el sistema de comercio de derechos de emisión es el sistema más avanzado, más justo y, teóricamente, eficiente de internalización de costes ambientales y, como tal, la herramienta perfecta para poner al mercado a trabajar eficazmente en favor del medio ambiente.

Se supone que la existencia de un mercado líquido concede a las empresas eficientes la posibilidad de vender “derechos de emisión” y por lo tanto, ser premiadas por sus mejoras, y que obliga a las empresas menos eficientes a gastar dinero en comprarlos, castigando su competitividad en el mercado. Es el sistema definitivo para que las empresas se muevan y con ellas el I+D+i en pro de tecnologías más amigables para el medio ambiente.

Los principios teóricos se supone que ya están en marcha y que el mercado funciona. Pero un mercado, para que se consolide y funcione, necesita algo más, algo que solamente se lo da una actividad estable durante un periodo de tiempo: necesita seguridad jurídica.

Se trata de que el mercado no esté sometido a decisiones arbitrarias (básicamente derivadas de decisiones administrativas) que impidan la planificación a largo plazo.

¿Cuál es el objetivo del mercado de derechos de emisión de gases de efecto invernadero?: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo demás son efectos secundarios, buenos o malos, pero secundarios.

Parece ser que algunos estados miembros y la propia Comisión están preocupados por la efectividad de algunas de las políticas que se pretendían desarrollar colateralmente con la puesta en marcha del mercado de derechos de emisión y es que, al parecer, la exigencia optima para las empresas en la mejora de procesos, que a su vez provocaría una decidida apuesta por la I+D, estaba calculada por las autoridades europeas en un precio del derecho fluctuando en torno a 30,00 €/tm

Pero, en el camino se ha cruzado la dichosa crisis. La producción de la industria ha descendido dramáticamente y sectores clave para el mercado de derechos de emisión como la producción eléctrica, el refino de petróleo o la producción de cemento, han dejado de demandar derechos de emisión saturando el mercado de oferta y situando el precio en torno a los 5,00 €/tm habiendo marcado esta semana un mínimo histórico de 2,63 €/tm, el mismo día de al votación.

Independiente de los motivos, el caso es que los objetivos de reducción de emisiones de CO2 se están cumpliendo pero, claro, los derechos que las empresas compran y venden. En esta fase ya madura del desarrollo de la directiva, se van poniendo en el mercado por emisión de los estados miembros mediante subastas y, evidentemente, las expectativas de recaudación distan mucho de ser las esperadas.

Esta información del Parlamento Europe y, en concreto las explicaciones de los dos ponentes de las posturas enfrentadas en la votación, Matthias Groote y Herbert Reul, resumen la cuestión bastante bien.
Es en esta situación, peculiar pero previsible sin duda y que, como tal, debió ser contemplada en el diseño del sistema, en l que la Comisión Europea propone al Parlamento una medida que viene a decir: la libertad (en este caso la de mercado) me gusta, siempre y cuando haga lo que al regulador (económicamente) interesa... porque el fin jurídico de la norma esta, de hecho, cumpliéndose.

Además, no seamos ingenuos, cargar aún más las espaldas de la industria europea, con esta especie de "ayudas de estado invertidas", compitiendo en un mercado global, no sólo no beneficia a la atmósfera, sino que la perjudica seriamente pues cada neumático que dejemos de fabricar en Europa será sustituido por uno hecho en China, con tecnología mucho menos eficiente. No olvidemos que el problemas del calentamiento... es global.

Decían los chicos y chicas de Factor CO2, la consultora de referencia en este complejo mundo en España y una de las más importantes del mundo (y no lo digo porque sean de Bilbao), en su boletín semanal emitido, precisamente, el mismo día 16: "Día nefasto para el comercio europeo de derechos de emisión"... es posible, pero fue un buen día para la seguridad jurídica y para la atmósfera, que es de lo que se trata.


sábado, 6 de abril de 2013

¿Un producto químico en el grifo de mi casa?



No son pocas las ocasiones en las que, en el ámbito de la Unión Europea o en círculos políticos y sociales aún más cercanos, se ha comentado el poder y capacidad de control de los grupos de presión.

Pues si el poder de los grupos de presión en Europa puede ser objeto de preocupación, en los Estados Unidos, de donde procede la denominación y el propio sistema de organización como tal, debería serlo aún más,  porque su poder allí es inmenso.

Este mismo mes de abril, en una localidad del estado de Florida, se pudo comprobar que ni siquiera en un círculo de audiencia de carácter local, los medios de comunicación están libres de ver su fundamental labor de denuncia pública, tan importante para la salud de una democracia, libre de presiones y posibles represalias.

Los hechos hablan por sí mismos: el pasado 1 de abril, Val St. John y Scott Fish, responsables del programa de radio matinal de la emisora WWGR/Gator Country de Fort Myers, denunciaron públicamente la presencia de abundantes cantidades de una sustancia de compleja denominación química, también conocida por sus siglas en inglés DHMO en los grifos de los domicilios particulares de toda su comunidad.

No señalaron a ninguna entidad o persona directamente responsable de esta circunstancia y se limitaron a presentar hechos objetivos pero que, lógicamente, provocaron la natural alarma entre la población.

Aunque personalmente no he escuchado las grabaciones, entiendo que los conductores del programa, tras experimentar los efectos de dicha sustancia química en su propios cuerpos y en los de sus familias durante años, habrán explicado, con objetividad y cierta base científica, a la comunidad y a los alarmados conciudadanos, dichos efectos.

Los datos objetivos son que la sustancia química objeto de la alarma no tiene efectos perjudiciales para la salud en dosis bajas, sin embargo, su ingesta excesiva sí puede suponer un riesgo grave, con casos incluso mortales, ampliamente descritos y documentados en la toxicología médica.

Este concreto producto químico ha sido objeto de polémica desde hace ya tiempo. Es, con casi total probabilidad, el producto que más muertes y accidentes provoca a lo largo del año y ha sido objeto de abundantes estudios y análisis como solvente y facilitador de muchas sustancias clasificadas como cancerígenas, mutagenicas e incluso que pueden producir infertilidad o riesgos durante el embarazo.

Como es habitual, su inadecuada gestión se ceba especialmente en los más débiles. En los países más pobres del mundo esa inadecuada gestión produce un diario drama de muerte y sufrimiento especialmente cruel con los niños.

La sustancia en cuestión está químicamente muy relacionada con otras como el peróxido de hidrógeno, una sustancia nociva por ingestión e inhalación, muy corrosiva y comburente y con el óxido de deuterio, utilizado hasta hace poco años en la producción de energía nuclear.

Como suele ser habitual en estos casos, la excusa alegada para tomar represalias contra quien, únicamente, ha cumplido con su deber profesional, ha sido la alarma social creada en torno la denuncia. Como suele suceder también, dichas excusas deben ser rechazadas pues la más leve noción de sentido común dicta bien a las claras que, cuando se trata de salud, toda precaución es poca y cualquier alarma está justificada.

Me tomo la libertad, desde esta modesta tribuna, de reclamar y exigir a WWGR/Gator Country que no se pliegue a las presiones y que proceda a la inmediata restitución en su puesto de los informadores.

Así mismo, reclamamos una investigación exhaustiva y precisa de los hechos, con depuración de responsabilidades hasta sus últimas consecuencias, incluso penales si fuera preciso, y la elaboración de un concienzudo estudio toxicológico en la zona afectad para conocer el verdadero alcance del problema.

Para más información sobre la noticia: WPTV, ABC y WFTV

Ficha de datos de seguridad del DHMO

Página de la Wikipedia en castellano sobre la sustancia en cuestión: monóxido de dihidrógeno