viernes, 10 de septiembre de 2010

“La ECHA está haciendo lo que le da la gana y aquí nadie levanta la voz”


Hace ya días que tengo en la bandeja de entrada de Outlook un mensaje sin contestar de un cliente:

"Buenos días Luis,

Se va acercando el primer plazo del REACH y tengo la sensación de que las asociaciones de la industria química no están haciendo nada por defender a sus asociados, más bien al contrario han visto en el REACH un filón donde sacar un montón de dinero (Ej. REACH CENTRUM).

La ECHA está haciendo lo que le da la gana y aquí nadie levanta la voz. Cambian la versión del IUCLID o nos abrasan con guías hasta ¼ de hora antes del registro. Nos imponen una reglas leoninas para el registro (el que no pase el TCC por segunda vez pierde las tasas pagadas), etc. etc. etc. Juntan en el tiempo el REACH con el CLP. En el registro, las pequeñas empresas están a merced de las empresas líder y no hay defensa posible porque el sistema no da otra opción.

Por otra parte, nuestros clientes nos presionan para que se contemplen sus usos, y piden respuestas que no podemos dar.

Este e-mail no es para buscar un desahogo, sino para plantear sino habría forma de hacer una protesta en toda regla por este atropello continuado.

Saludos,"



Varias veces he pinchado en “Responder” y he empezado a escribir…. Pero la verdad es que no sé muy bien qué contestarle… y todos los borradores de mensajes comenzaban igual: “Estimado .........: Tienes gran parte de razón, aunque…” y no encuentro que alegar después del “aunque”…

Cuando estuve en la ECHA en Helsinki, en junio del año pasado, en mi intercambio de pareceres con algunos responsables de la agencia, quise hacerles ver la consecuencias que para las PYMES podían tener decisiones sobre pequeños cambios en la legislación, aparentemente sencillos y muy poco trascendentes, pero que llevados a la práctica suponen losas de tremendo peso que ahogan la competitividad de muchas empresas. Les confieso que mi impresión fue que me miraban como quien ha visto un marciano…

Cuando se publicó la Directiva 98/8/CE de biocidas, el antecedente inmediato de REACH, la primera expresión que nos provocó a los de AVEQ-KIMIKA fue: “menudo galimatías”… después de unas cuantas lecturas más pausadas, unas cuantas sentencias del Tribunal de Justicia europeo, algún que otro encontronazo con la Administración y un par de juicios, es decir, después de un trecho ya bastante largo de aplicación práctica, empezamos a sospechar (y algunos seguimos sospechando) que esa norma no es confusa por estar mal planteada o mal redactada, esa confusión parece que estuviera así “diseñada” para ser una primera barrera para las empresas pequeñas, pues sospechábamos que había dos intenciones no declaradas en la norma:

La primera: restringir, y por lo tanto encarecer, la comercialización de sustancias biocidas sacrificando la competitividad de muchos sectores de la Industria Europea, no sólo la Industria Química* (lo cual puede ser un objetivo legítimo, siempre, creo yo, que se haga con transparencia).

La segunda: reducir el número de empresas presente en ese mercado y expulsar del mismo a las pymes pues todo parecía pensado para ello: interminables trámites burocráticos, viajes por Europa, colaboración obligatoria con las empresas grandes, terribles rigideces a la innovación (no olvidemos que la gran defensa de las pymes es su agilidad y su capacidad de adaptarse a las necesidades de los clientes muy rápidamente… pero si cada vez que tienes que realizar un mínimo cambio en un producto tienes que acometer un trámite burocrático que dura meses, ¿dónde está tú ventaja?…) Todo ello reduce la competencia, reduce la competitividad y perjudica a los consumidores (en este caso en el bolsillo).

La Unión Europea parece estar satisfecha con los resultados que se están logrando con la Directiva de Biocidas y con REACH afronta un proyecto inmensamente más ambicioso, pues ya no se trata solamente de productos para uso biocida, sino todos los productos para todos (o casi todos) los usos posibles… pero mucho me temo que el resultado será básicamente el mismo.

La eficacia del mucho trabajo que hemos hecho en AVEQ-KIMIKA hasta ahora con consultas, circulares, jornadas, cursos colectivos e individuales, publicaciones…. todo ello destinado a que las pymes estén más preparadas para el chaparrón, la conoceremos dentro de unos años…. en ello también va nuestro propio empleo….

En área de representación, en el cual solamente nos queda ir a los tribunales, poco nos queda por hacer.

El sistema jurídico español, en el caso de una norma con rango de ley o europea, sólo permite acudir a la judicatura en caso de actos concretos de aplicación y todavía estamos lejos de ello. ¿Podría una empresa pequeña “declararse en rebeldía” contra el REACH, acumulando todas esas pruebas de la discriminación que están soportando y, al ser sancionada por la Administración, recurrir y llegar al Tribunal de Luxemburgo?... si claro pero… ¿en cuántos años?....

Con todo, la pregunta que me tiene bloqueado, que no consigo contestar es: ¿Qué más podemos hacer las asociaciones de pymes?... pues el trabajo que hemos hecho hasta ahora no ha servido de gran cosa y la UE ha hecho oídos sordos y sigue adelante con sus planes… y es que quemarse “a lo bonzo” es muy desagradable y debe resultar doloroso…. poco más nos queda.




* Nota al pie: Explico a que me refiero sobre lo de “sacrificar la competitividad” y el por qué de “no sólo a la química”. Pongamos un ejemplo: casi todos los papeles que usamos para escribir o leer, desde los folios de mi impresora hasta el papel de una revista, llevan un porcentaje de látex en su composición (un látex sintético fabricado, por ejemplo, polimerizando estireno y butadieno). Es este un compuesto orgánico, un líquido color blanco, más o menos espeso, que puede parecer leche espesa o nata líquida en algún caso y que los microorganismos, sobre todo hongos y levaduras, encuentran irresistible y en el cual, en cuanto tienen oportunidad, proliferan con gran profusión y felicidad.

Los fabricantes de este polímero (una industria química) añaden a la mezcla una pequeña proporción de un biocida para mantener controlados a los hongos tanto en el mismo producto, como después en el papel una vez fabricado. ¿Se han fijado en las manchas negruzcas que aparecen en el papel y que todo el mundo llama “manchas de humedad?, pues para evitar (o retrasar más bien) esas manchas.

La normativa europea está restringiendo los productos disponibles y por lo tanto haciendo mucho más caros los restantes, está reduciendo los porcentajes en los que se puede añadir el producto al látex y derivado de ello, sí, consigue uno de sus objetivos reduciendo la proliferación… pero no establece nada para los productos terminados, de los “artículos”… no establece nada para la importación y venta del propio papel.

Ahora pongámonos en la situación de un consumidor europeo que tienen que decidir entre comprar un papel europeo, más caro por muchos factores, también por el precio del látex en el cual va incluido el precio del biocida y al cual, en apenas unos años, empieza a salirle “manchas de humedad” y otro, de aspecto idéntico, más barato y que tarda mucho más tiempo en “ponerse feo”…. fabricado en Asia… ¿por cuál optarán?



Volver al Índice

2 comentarios:

JL Salgado dijo...

Bajo la muy noble y loable intención de reducir la toxicidad de las sustancias, el número de sustancias tóxicas y los volúmenes de dichas sustancias que circulan en la Unión Europea, ... se obtiene una reducción de la competencia. Y para eso hacía falta un soviet(¡!) químico, es decir, sin votaciones, que lo llevase adelante y le dieron el nombre de ECHA.
Hay otros soviets, como WIPO-OMPI, EFSA, EMEA, EEA, ... etc., etc.
Sé que me van a calificar de exagerado, pero ... ya lo esperaba.
Salud, saludos y buenos alimentos.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con lo que comenta ese cliente, no lo podría expresar mejor:

• La avalancha continua y exagerada de requisitos normativos
• La sensación de indefensión de las PYMES del sector
• La percepción de estar en manos de intereses comerciales de las grandes corporaciones multinacionales
• La impotencia de no poder dar respuestas eficaces a los clientes
• Las limitaciones graves a cualquier tipo de planificación estratégica de empresa en un entorno legal restrictivo y cambiante

Ya va siendo hora de hacer algo realmente significativo al respecto…

Javier