jueves, 16 de enero de 2014

Huella de carbono (I want to believe!)



Creo que ya les he contado por aquí que hemos empezado el año con marcha y que, entre otras cosas, hemos echado a andar el Plan de Formación KIMIKA 2014,  (aquí para reservar plaza) financiado por la Fundación Hobetuz.

Seguimos siempre el mismo procedimiento: una circular general con poco más que el listado de cursos y el calendario para que los interesados puedan ir reservando plaza y después, unos días antes de cada convocatoria concreta, una circular específica para cada curso.

Comenzamos estos últimos días de enero con dos cursos potentes: Borja Fernández Almau realiza un terrible esfuerzo de concreción y resume en 8 horas todo lo que ustedes siempre quisieron saber sobre el Reglamento REACH y nunca se atrevieron a preguntar... como, por ejemplo: ¿estoy obligado a demostrar a mis clientes o a los inspectores del gobierno que mis proveedores cumplen el REACH?... No, no esperen que yo se lo cuente, apúntense al curso y sé lo preguntan a Borja.

La semana siguiente, Aliatec explicará el procedimiento de regularización de focos de emisión... aunque quizás convendría que empezaran por explicar qué puñetas es un foco de emisión y qué no lo es... Dedicaran un rato a comentar las Instrucciones Técnicas de Atmósfera que publicó Gobierno Vasco en 2012 y que afectan tanto a empresas IPPC como empresas no afectadas por la IPPC.

El Plan tiene algunas acciones nuevas y otras que son revisiones de clásicos muy asentados.

Hemos hecho un aventurado y, si me lo permiten, meritorio intentó de adaptar nuestro curso bianual de formación de portavoces para planes de comunicación en gestión de crisis a las rigideces de las convocatorias de Hobetuz. No me entiendan mal, rigideces absolutamente necesarias cuando se trata de gestionar dinero público. De hecho, el curso debía haberse celebrado en septiembre de 2013 pero la resolución de Hobetuz nos ha llevado a bien entrado 2014.

Recogiendo los comentarios a las encuestas de la edición anterior, hemos reforzado la parte más práctica del curso y aumentando el tiempo de ejercicios y prácticas ante la cámara. Además tenemos un par de sorpresas.

Tratándose de uno de nuestros productos estrella, cualquier avezado gurú del marketing diría que lo estamos devaluando al ofrecerlo gratis... es posible, no se lo niego, pero pensamos que la gestión de la comunicación de crisis no se puede abandonar por las circunstancia económicas actuales. Ha habido cambios de portavoces en empresas asociadas que tiene que formarse y el coste económico no puede ser una barrera.

Quizás alguien piense "si es gratis, no será tan bueno..." ... Bueno, pruébenos. Habrán dedicado dos mañanas de trabajo y cero euros y, se lo aseguro; algunas cosas útiles van a aprender y, lo que es más importante, algunas van a practicar.

Como novedad este año hemos incluido dos apuestas innovadoras que, como siempre que se apuesta, podemos perder.

Por un lado, para finales del mes de mayo, tenemos previsto un curso avanzado de evaluación de riesgo psicosocial, dirigido específicamente a empresas con elevados niveles de gestión de prevención de riesgos,

Ya hace tiempo que detectamos un cierto margen de mejora en este área en los asentados y muy eficientes sistemas de prevención de nuestras empresas. Controlado hasta el sexto decimal el riesgo de seguridad e higiene toca profundizar en la gestión de los riesgos, toca abordar los riesgos que genera la convivencia de cualquier grupo de personas.

Y, la otra apuesta, es la que da título a la entrada. Algo en lo que yo quiero creer, es el curso de Huella de Carbono.

No les voy a aburrir con batallitas del abuelo contádoles (¡ooootra vez!) desde cuando estamos trabajando en AVEQ-KIMIKA en materia de análisis de ciclo de vida y ecodiseño.

Pero sí les diré que problema que siempre le vimos a los análisis de ciclo de vida era la posibilidad de hacerse trampas al solitario. La posibilidad de alterar los factores y, sobre todo, la dificultad de comparar resultados entre materias que competían entre sí.

Por eso, cuando empezó a popularizarse la metodología de cálculo de Huella de Carbono, en AVEQ-KIMIKA lo vimos como una solución magistral. Por fin, los análisis de ciclo de vida serían perfectamente comparables y en ello estábamos... cuando llego la crisis.

Con la crisis, las empresas asociadas no dejaron de trabajar en medio ambiente, ni mucho menos, pero se concentraron en lo esencial. Una jornada sobre cambios legislativos era un éxito seguro... una sobre herramientas voluntarias... pues asistían cuatro gatos.

Pero quiero creer, sinceramente, quiero creer que la Huella de Carbono condicionará la fiscalidad y, en concreto, el IVA aplicable a los productos en muy poco tiempo. Quiero creer que la Huella de Carbono certificada servirá para calificar proveedores y que dará o quitará puntos en concursos públicos. Quiero creer que la Huella de Carbono, en muy pocos años, será tenida en cuenta por los diseñadores de productos a la hora de decidir qué materiales utilizar en sus proyectos. Quiero creer que la Huella de Carbono destruirá mitos falsos sobre la Industria Química y los materiales que produce.

Y como quiero creer, queremos creer, en AVEQ-KIMIKA hemos decidido desempolvar la Huella de Carbono, abrir la ventana y traer aire fresco... en este caso, de la meseta.

Hace tiempo que venimos viendo el trabajo de Erika Cembranos de Erreese. Hemos coincidido en un par de sitios y seguimos su trabajo por Internet y las redes sociales. Nos gusta mucho su visión y su capacidad didáctica.

Yo ya me he apuntado al curso. Y espero que algunos de ustedes me acompañen. Quiero creer que la Huella de Carbono, que es ahora mismo un OVNI, en breve se posará sobre el suelo y, cuando se abra su puerta, al principio entrevistos tras una luz cegadora, comenzarán a descender de ella y relacionarse con nosotros, elementos que condicionarán nuestro trabajo de cada día.... confío, de verdad, en que ese OVNI no sea en realidad una estrella fugaz, como tantas otras, a la que pedimos un deseo y olvidamos, tan efímera y sutil como llegó.

Espero que Erika pueda ayudarnos a verlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Luis, yo también quiero creer que la Huella de Carbono servirá para distinguir empresas eficientes y con comportamientos sostenibles de las que no lo son, y productos responsables de otros que no lo son. Distinguirlas ante los clientes (consumidores finales o intermediarios), ante la Administración y ante cualquiera con una mínima preocupación por el tema.
De lo que estoy segura es de que el curso que hemos preparado juntos es el mejor punto de partida. Que seguro hay mucho "Santo Tomás", que necesita ver para creer...