viernes, 6 de mayo de 2016

Hacia el modelo de la responsabilidad



No me cuesta mucha confesar mi admiración por determinadas personas. Personas de las que he aprendido muchas cosas, a las que, cuando se dejan, llamo maestros o maestras.

Quizás, hacerlo aquí pueda parecer simple peloteo, más aún tratándose en este caso del director de una empresa asociada, y por lo tanto cliente, pero, si me dan cierto margen verán a qué me refiero.

Hace unos días quedé para tomar un café una de ellas, con Joseba Marquiegui, el último director de la planta de Dow Chemical de Bilbao. Quedamos en Algorta, en una terraza, aprovechando el tímido comienzo de la primavera porque, en el gran solar en el que se asentaba la orgullosa fábrica, la histórica UNQUINESA, ya no queda nada.

En sus últimos años, la fábrica se dedicaba a la producción de una primera materia plástica (poliestireno). Su principal cliente era la segunda unidad de la propia fábrica, dedicada a producir paneles aislantes para la construcción, Styrofoam,  y su segundo mercado era la producción de los plásticos interiores de las neveras y frigoríficos. Trabajando en esos mercados entenderán que, a pesar de ser una de las industrias mejor gestionadas de la química vasca, incluso de la propia Dow a nivel mundial (y eso es mucho decir..), el crack de la construcción terminó por llevársela por delante. Además, su ubicación urbanística no ayudaba mucho, precisamente.

Dow tiene muy claro cómo deben hacerse estas cosas. A pesar del mucho tiempo transcurrido desde la parada definitiva de la instalación, desde que dejó de ser, ni siquiera potencialmente, una fuente de ingresos, Dow ha seguido gastando dinero y esfuerzo en dejar el terreno en perfectas condiciones, bastante más allá de los que exige la muy exigente legislación vasca en la materia. Libre de una contaminación, con casi total seguridad, generada antes de que Dow Chemical comprara la instalación Y, por si quedara alguna duda, con la intención, expresada y practicada a lo largo de su historia en muchos otros emplazamientos, de no aprovechar plusvalía alguna en la venta de los terrenos.

Podría contarles bastantes cosas de mis motivos para admirar el trabajo de Joseba, pero mi intención del otro día era bastante concreta, además de interesarme por el proceso de descontaminación del suelo por el que ya apenas nos llaman, quería tantearle, ver qué posibilidades tengo de liarle para que comparta con el resto de empresas asociadas algunos de sus conocimientos.

A lo largo de estos años, le he oído varias veces impartir charlas y conferencias. En la Escuela de Ingenieros de Bilbao, en la Universidad de Santander, en la Facultad de Ciencia y Tecnología, casi siempre hablando de seguridad y para la que ya en su momento Dow, y otras empresas químicas, encontraron la "piedra filosofal": la responsabilidad.

Dar confianza, autonomía, ofrecer transparencia y respeto. Dar a los trabajadores el dominio de su puesto de trabajo, que nadie conoce mejor que ellos. Lograr que asuman su responsabilidad personal, que se impliquen, mediante una remuneración justa y el reconocimiento de su trabajo, consigue que se incremente la productividad y que descienda a cifras incomparables, la incidencia de los accidentes laborales.... Ya, ya veo que les está interesando la cuestión. No se preocupen, en la medida que se lo permitan sus obligaciones (y los copyrights de Dow...) terminaré por conseguir liar a Joseba.

Traigo este tema a colación porque en estas últimas semanas, dos reuniones profesionales, un gran evento en realidad y una reunión de trabajo en una pequeña fábrica, me han hecho recordar las conferencias de Joseba.

Hace unos días, Confebask, ADEGI, CEBEK y SEA presentaron en Bilbao su propuesta de nuevo modelo de relaciones laborales que se basa, precisamente, en las mismas premisas que ha venido usando la Química desde hace tantos años.

La Industria Química usa ese modelo, no por altruismo o paternalismo, sino porque, el nivel de cualificación que sus plantas necesitan, la formación en seguridad imprescindible para trabajar en sus instalaciones es de tal nivel que, en mayor o menor medida, necesitan aplicar un sistema similar. Eso ha provocado que la premisa esencial de la que parte el Derecho laboral, la debilidad del trabajador frente a su empresa ante el miedo de perder el trabajo, se diluya, se equilibren fuerzas y se empleador y empleado se traten de igual a igual.

El mérito de Dow, de Dupont y de otras compañías ha sido sistematizarlo y convertirlo en el día a día de su gestión. Y, claro, ese tipo de relaciones hace que los trabajadores dejen de necesitar a los sindicatos y claro, a éstos, esos modelos, basados en la transparencia y el respeto no les gustan y los denominan, a modo de insulto, "prácticas anti-sindicales".

Esta misma semana he asistido a una interesante reunión con el director de una fábrica alavesa propiedad de una importante multinacional y uno de sus principales directivos de la compañía a nivel mundial.

Éste último es el clásico perfil de directivo o directiva de una de nuestras multinacionales. Personas que, usualmente, han vivido en media docena de países distintos en los últimos años y hablan con fluidez 4 ó 5 idiomas, técnicos con gran experiencia en gestión y con los que siempre es interesante hablar casi de cualquier tema.

Entiéndenos medio en inglés, francés e italiano, trataba yo de aclararle algunas dudas sobre las responsabilidades personales a las que pueden enfrentarse un directivo o un técnico en la industria conforme al Derecho español... pero, cuando llegué al punto de explicarle cómo protegerse frente a dicha responsabilidad, cómo evitarla, me interrumpió muy educadamente y me explicó:

- No, no se trata de cómo evitar la responsabilidad (liability), se trata de conocer el alcance exacto de nuestras responsabilidades, de nuestro deber (responsibility), y asumirlas conscientemente. Saber porque nos pagan. Nosotros y cada una de las personas que trabajamos en está fábrica y en esta corporación, desde el presidente del consejo a cualquier trabajador recién contratado.

Y volví a recordar las enseñanzas de Joseba y de Dow Chemical.

Otro maestro, otra persona de la que he aprendido muchas cosas, en este caso de otra gran multinacional de la Química alemana, Daniel Vilalta, durante muchos años director de recursos humanos de Bayer, explica de vez en cuando, que el modelo de relaciones laborales en España se está agotando.... y tiene razón, pero la Industria Química y, ahora Confebask, han marcado el camino hacia ese nuevo modelo: el modelo de la responsabilidad.

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