miércoles, 13 de enero de 2010

Un desengaño sentimental con la Autorización Ambiental Integrada


Querido Doctor Luis,

Acudo a tus consejos desorientada y entristecida.

Un precioso día de verano de 2003 me casé llena de amor y esperanza con el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco en una preciosa ceremonia que celebramos en el Carlton (como las bodas de "postín" de Bilbao....) y que se llamó "Acuerdo Voluntario de la Industria Química Vasca". (En realidad, fue la empresa en la que trabajo la que se casó... pero en fin...)

Fue un matrimonio un poco raro porque había 28 novias más y creo que el Departamento se casó también con otras novias de otros sectores en otras ceremonias, pero no nos importaba, todas nos casábamos enamoradas y esperanzadas en que entre todos, los difíciles tiempos que nos traía el tener que hacernos una nueva casa (que se llamaba Autorización Ambiental Integrada... o AAI... ¿a que suena bien?), sería coser y cantar.

Pero, como suele pasar con los hombres, él cambió. Cambió mucho y, así sin avisar, de un día para otro. Se acabaron las flores, los paseos a la luz de la luna y las cenas con velas. Se volvió frío y distante, nos trataba con respeto y educación, pero ya no era lo mismo...

Alegando que el que mandaba era él, que para eso es el hombre de la casa, cambió los planos de la casa, cambió los cimientos y donde quedaban los cuartos de baño ahora puso el garaje, cambió de banco, de hipoteca, de constructora y hasta de notario... Nada de lo que habíamos hablado antes de la boda parecía valer ya... En realidad, lo que se dice poder, podía hacerlo, que la casa la construía él, pero yo me sentí tan decepcionada...

Lo último que se le ocurrió fue que necesitaba comprobar con una inspección ("de efectividad" la llamó...) que no le había engañado, que siempre le había cumplido sus órdenes... y eso que yo se lo puse por escrito tres veces y hasta se lo certifiqué como él me lo pidió, como técnico competente y todo...

Así que, en realidad, aquella casita "condicionada" a la comprobación de la "efectividad" que me entregó en abril de 2008 no era todavía mi casita... o por lo menos no lo era "efectivamente".

Él había hecho lo que había querido, y aunque la casa AAI aquella no estaba mal del todo, todavía tenía cosas raras: grifos que no funcionaban, la lavadora estaba puesta en el salón y había una ducha en mitad de la cocina... Pero le pedí que lo arreglara con un recurso de alzada y parece que más o menos, la cosa se encauzó.

Mi duda ahora, por la que te escribo en busca de consejo, es si debo cumplir ya las normas de la nueva casita, aunque todavía no tenga la "efectividad". ¿Tengo ya que sacar la basura 3 veces al día como él me pide y no 1 como hacía de soltera?, ¿ tengo que limpiar los baños cada 6 horas como él me pide y no cada 24 como hacía de soltera?... las cosas materiales que me pidió, la campana extractora nueva de la cocina o los cubos separados para las basuras, ya están puestos y ya los estamos usando pero ¿tengo que empezar a cumplir ya las condiciones de la AAI y hacer venir al fontanero todos los meses y mandarle a él informe que me entrega después de cada visita?.

Confío en tus consejos.

Una Acuario Entristecida.

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Mi querida Acuario Entristecida,

Haces bien en escribirme, los consejos sentimentales son mi especialidad, y aunque en esta vida los sentimientos son lo más complicado de gestionar, creo que podré orientarte.

En esta sociedad anticuada y caduca en la que vivimos, mucho me temo que al Departamento y a ti no os queda más remedio que vivir juntos en la AAI para toda la vida, por lo menos hasta que tu madre, la que vive ahora en Chicago pero que en pocos meses podría vivir en Singapur o Taiwan, decida que ya está bien y te obligue a irte a vivir a Argelia o a la India... y entre tanto, es él el que pone las normas.

Aquel matrimonio de 2003 fue un paso en la buena dirección. Los maridos/Departamentos deben ir olvidando ya el “ordeno y mando” y empezando a pensar en las herramientas de consenso y co-regulación. Nunca van a poder imponer y controlar cada detalle y cada rincón de estas nuevas casas/autorizaciones, tan grandes y laberínticas, con las armas que han utilizado hasta la fecha y tienen que ir pensando en la corresponsabilidad y en la confianza en su lugar.

Pero, efectivamente, en esta sociedad anticuada, caduca y machista él es el que manda. Eso debemos tenerlo claro.

Que yo sepa, tu marido, es el único de los 17 maridos que hay en España (y de todos los que hay en Europa que yo conozca, insisto) que se ha inventado el trámite de la “efectividad”. Con el resto de maridos, más o menos bruscos, más o menos cariñosos, la casa-AAI que a ti te entregaron en abril de 2008 era ya la definitiva, sin más “efectividades”, ni más trámites.

¿Cómo debemos interpretar que la AAI todavía no sea “efectiva”?, pues como la propia palabra indica: que todavía no produce “efectos”, que todavía no ha entrado en vigor. Has hecho muy bien en adelantarte con las inversiones materiales, que siempre llevan tiempo, pero si la autorización no es “efectiva”, no es “efectiva” para nadie, ni en un sentido ni en otro.

Eso quiere decir que, si tu marido es justo estará de acuerdo con que los 8 años para la renovación completa de la casa deberían empezar a contar a partir de la fecha de la AAI “efectiva” y que las obligaciones contenidas en la misma todavía no son obligatorias. Puedes hacerlas claro, pero tampoco esperes que tu marido aprecie demasiado el gesto.... ya sabes lo ocupado que está...

Un abrazo

Doctor Luis

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5 comentarios:

Iñaki Ugarte dijo...

Esto del matrimonio tiene riesgos. Los del papel, a pesar de ser unos raros (según dicen las malas lenguas) también optamos por la vicaria (por lo del atrezzo constitutivo) aunque fuera más bien un registro civil (por lo de las firmas). Recordando, ni siquiera la foto de la boda salió bonita y quizá aquello fuera un presagio de tormenta.
Gracias por los consejos y por buscar la sonrisa con algo que trae de cabeza a muchos y marea a todos.

Jesus Mª dijo...

Querido Doctor Luis,

Me siento totalmente identificado con "Acuario Entristecida".
Aunque he oido un rumor sobre que éste "marido" va a acudir a terapia para potenciar las herramientas de consenso y co- regulación y se va a "olvidar" de las inspecciones. ¿Que hay de cierto es ese rumor?

Gracias. Cada día te superas mas.

AVEQ-KIMIKA dijo...

Hola Iñaki,

Creo que a estas alturas hay pocas cosas “profesionales” que consigan amargarme el día e intento, por todos los medios, que todos los que andamos trabajando por la Sostenibilidad lo veamos igual.

En mi opinión, el acuerdo voluntario fue una buena idea y estoy convencido de que si el Departamento lo hubiera creído también habríamos tenido muchos menos problemas con esta cuestión y en el blog solamente hablaría de responsabilidad ambiental y de REACH.

Me gusta mucho el
blog
que escribes. Has empezado una campaña difícil pero en la que tienes todo mi apoyo y de la que todo el mundo debiera concienciarse: “sin papeles” no es ni mucho menos equivalente a “más sostenible”...

Un abrazo a todos los "papeleros"

Luis

AVEQ-KIMIKA dijo...

Estimado Jesús Mª,

¿Rumores?. Este servicio de consultoría “sentimendustrial” no comenta rumores....

Sí te diré que el Departamento de Medio Ambiente no se va a olvidar de la inspecciones post autorización, nosotros mismos hemos dicho que es importante reforzar la inspección como garantía contra la competencia desleal.

En realidad creo que sí debería olvidarse (espero que lo hagan...) de la “inspección de efectividad” que, no olvidemos, se inventaron para este trámite... echemos cuentas: 2 días mínimo de inspección con 3 técnicos mínimo cada vez, multiplicado por 300 empresas IPPC salen... 14.400 horas dedicadas a las empresas (y ellos lo saben) que más y mejor cumplen la Ley en Euskadi.... ¿cuándo van a visitar al resto?

Lo lógico es que, dentro de la actual evolución de los acontecimientos, que no lleven a cabo el trámite universalmente.... quizás un muestreo sería posible, pero revisar a ese nivel todas las empresas es imposible...

Muchas gracias por los ánimos

Luis

Anónimo dijo...

Muy buen artículo, me he reído mucho!