Sería primavera de 2004 cuando estaba yo, junto con Miriam Arrizabalaga, responsable de proyectos de Ihobe, presentando un proyecto a 20 responsables de medio ambiente de fábricas de la Asociación en una de nuestras salas de reuniones cuando Nerea, (que creo que ya les he dicho que es la persona que más coherencia y saber-hacer aporta a esta organización), entró con cierto apuro y gravedad en el rostro.
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“Luis, ¿puedes salir un momento?
Era obvio que el tema era preocupante. Nerea, siempre sonriente y calmada, estaba muy seria y le temblaban ligeramente las manos.
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“ ¿Qué pasa?”
-“No, te pongas nervioso, ¿eh?, no te pongas nervioso…., estate tranquilo, no te asustes, con calma, no te pongas nervioso, tú tranquilo…”
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“Nerea, ¡leches!” – interrumpí –
“Dime qué pasa que me estás poniendo nervioso.”
María, mi mujer, embarazada entonces de 5 meses, se había desmayado yendo a trabajar y la habían llevado al hospital de Cruces. Entré en la sala, farfullé una disculpa, cogí mi chaqueta y salí a toda la velocidad de la que fui capaz camino de Barakaldo. El diagnóstico era “de libro”: anemia gestacional galopante. (Lo de galopante es aportación mía).
Unos meses de reposo y unos cuantos filetes de ternera más tarde nació Paula. Así que toda aquella historia se quedó en una anécdota, que les cuento, además de porque soy un poco “abuelo Cebolleta” contando batallitas, porque aquel proyecto no funcionó… no por mi “espantá”, supongo, sino por otro diagnóstico que ahora estamos tratando de enmendar en AVEQ-KIMIKA.
El proyecto, que no llegó a tener nombre de marketing, era una continuación natural a la muy exitosa serie de grupos Kimiso, en implantación de ISO-14001, que habíamos desplegado entre 1999 y 2003 en colaboración con Ihobe. Se trataba de utilizar la misma herramienta, el trabajo en grupo, para seguir avanzando en gestión ambiental encaminándonos hacia el Reglamento Europeo EMAS.
No conseguimos que las empresas se animaran. De hecho, a día de hoy, en la Asociación de Empresas Químicas tenemos casi 70 de empresas certificadas ISO-14001 y solamente 3 empresas verificadas EMAS. Son, en concreto,
FPK,
Inteman y
Befesa Desulfuración (en este último caso, con su traslado desde Barakaldo al abra exterior del puerto, el certificado está en suspenso hasta que renueve en las actuales instalaciones).
En el resto de la industria vasca el resultado tampoco es muy halagüeño. En toda la Comunidad Autónoma, entre todos los sectores, con un importante porcentaje de actividades no-industriales, solamente hay
50 organizaciones verificadas.
Tras conversar con muchos de nuestros técnicos de medio ambiente, nuestro diagnóstico también ha sido “de libro”: los técnicos se preguntaban “¿para qué?”.
En muchos debates, públicos y privados, nos han acusado de que las industrias se certifican en ISO-14001 “por marketing”. Yo explico las grandes ventajas que para la industria básica tienen las certificaciones, en las mejoras en eficiencia, ahorros y prevención de despilfarros, pero hay un motivo adicional mucho más potente que explica el éxito de la ISO-14001: dormir tranquilos por las noches.
La ISO-14001 da la seguridad prácticamente absoluta de que mi fábrica cumple el 100% de la legislación ambiental aplicable a mi actividad y que, si esta cambia, tengo un procedimiento ajustado y fiable que me permite planificar y adaptarme a la misma.
Ahora bien, la mejora continua en eficiencia y la seguridad en los requisitos legales ya la tienen con la ISO-14001. Frente a ella, el Reglamento EMAS aporta muy poquitas cosas. La más destacada quizás es la declaración medioambiental verificada, en la cual como Asociación y como sector tenemos mucho interés, pues una de nuestras líneas estratégicas de trabajo, que llamamos “COMUNICACIÓN” la enunciamos como “AVEQ-KIMIKA apoya a las empresas a cumplimentar “el derecho a conocer” que tiene la comunidad que rodea a las plantas mediante la apertura y diálogo con la misma”, pero que cada empresa, individualmente, no termina de considerarlo interesante. Para ellos y ellas es…. “un lío más… y ya tenemos muchos líos.”
¿Por qué recuperamos el proyecto? y ¿por qué ahora?: En AVEQ-KIMIKA hemos trabajado mucho en simplificar y reducir la carga burocrática que soportan las empresas, en todos los ámbitos, pero con especial dedicación en materia ambiental.
Creemos que el equilibrio entre el control y la responsabilidad, entre la auditoria y la inspección ambiental, entre el permiso y la auto-declaración lo puede aportar el Reglamento EMAS. El hecho de que el registro de las empresas verificadas lo lleve el propio Gobierno Vasco evita que, en el debate entre auditorias e inspecciones alguien acuda a citar el
caso Enron, que es nuestra particular
Ley de Godwin cuando hablamos de estos temas.
Las semillas jurídicas están sembradas, todavía son pocas pero van a más. Por ejemplo, el artículo 8 del
RD 509/2007, el reglamento de desarrollo de la IPPC, conforme a la redacción dada al mismo por el RD 367/2010, dice:
Artículo 8. Autorización ambiental integrada y sistemas de gestión medioambiental.
En relación con aquellas actividades para las cuales se apliquen sistemas de gestión ambiental certificados externamente mediante EMAS o ISO 14001, las comunidades autónomas establecerán las normas que simplifiquen los mecanismos de comprobación del cumplimiento de las obligaciones derivadas de la autorización ambiental integrada, así como la tramitación de la correspondiente solicitud de autorización o de adaptación y de sus sucesivas renovaciones.
En esa misma línea apunta el artículo 5.5 del
RD 100/2011 actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera.
Desde entonces, en cada exposición pública de proyectos normativos, en casi cada conversación con la Dirección de Calidad Ambiental, como AVEQ-KIMIKA o trabajando en conjunto con el resto de organizaciones empresariales, hemos insistido en que el Gobierno Vasco desarrolle estos artículos o, más bien, el espíritu de estos artículos, ampliando su previsión también a todos los ámbitos ambientales y empresas. El resultado aún es un poco irregular, pero si leen la última parte de
nuestra circular sobre el Decreto 278/2011 de atmósfera, algo vamos avanzando. Lo que está claro es que esta tendencia, acentuada por la línea que ha marcado la Ley Omnibus, es imparable.
Ante esta oportunidad, las empresas de AVEQ-KIMIKA tienen que estar preparadas. Es por ello que, como primer paso, hemos liado a Silvia Catalina, que en la actualidad colabora con la Asociación en el área ambiental pero que, durante muchos años, fue auditora de sistemas de gestión medioambiental, para que imparta un breve curso de 8 horas destinado, en primera instancia, a explicar cuáles son los pasos necesario para asumir con éxito la transición de ISO-14001 a EMAS… aunque, en realidad, el fin último del curso, es convencer a los técnicos de las empresas que, desde una ISO-14001 bien asentada, el tránsito a EMAS “está chupao” y de que, según avance la implementación legislativa, cuando se trasponga la Directiva de Emisiones Industriales, se desarrolle la Ley de Residuos o se cambie (o reforme) la Ley 3/1998 general de Medio Ambiente del País Vasco, las empresas de AVEQ-KIMIKA deben estar preparadas para poder ahorrar en el recurso más escaso con el que cuentan: el tiempo de trabajo de sus profesionales.
Yo ya me he apuntado al curso. Y todavía nos quedan 5 plazas libres. ¿Se animan?:
KIMIKA 12-16 14-03-12 Curso KIMIKA Gratuito De ISO14 a EMAS