martes, 24 de marzo de 2009

¿Son los técnicos capaces de entender el Derecho?, yo creo que sí... pero sólo lo creo...


Hace unos días, Joseba Marquiegui de Dow Chemical me envió una presentación, de estas que se envían por email por ser graciosas pero que, en este caso, me la enviaba con bastante mala idea.

No voy a contarles nada de Joseba porque después de casi 10 años de compartir codo con codo trinchera y rancho, victorias y derrotas solamente me saldrían cosas buenas y, dado que ahora es uno de mis jefes en la Junta de AVEQ-KIMIKA, parecería peloteo.

La presentación era, básicamente, un desarrollo algebraico de 2+2=4 hasta convertirlo en una fórmula larga e incomprensible, con senos, cosenos y letras griegas y terminaba preguntándose: “si los técnicos siempre decimos 2+2=4 por ser la forma más sencilla, ¿por qué los abogados hacen justo lo contrario?.”

Quizás debería decir que Joseba tiene un defecto, pequeño pero que no tiene fácil solución: Joseba es ingeniero, lo cual no sería un problema si no fuera porque es el director técnico de una empresa química con un grado de excelencia en gestión difícilmente alcanzable lo que implica que su vida profesional ha consistido y consiste, en un porcentaje muy elevado, en leer, interpretar y aplicar normas jurídicas.

No, no me entiendan mal. No pretendo que los puestos técnicos en la fábricas sean ocupados por abogados.... ¡Dios me libre!, que ya he tenido serias acusaciones de corporativismo además, si un importante preparación previa en aspectos técnicos, lo pobres no daría pie con bola.

Pero es que la situación contraria tampoco es muy lógica. Los técnicos, que saben un montón de reactores y reactivos, de catalizadores y condensadores de repente se enfrentan sin saber muy bien cómo a una enorme pila de reales decreto, reales decreto-ley y decretos legislativos y no saben ni si quiera diferenciar entre ellos (¿ah?, ¿pero no son lo mismo?).

Cuando allá por 1997 Juanjo Navarro me contrató para este puesto me dijo algo que ha sido una de las máximas de la gestión de la Asociación desde entonces: las empresas ya tienen químicos e ingenieros muy buenos pero necesitarían complementarlos con la visión jurídica de los problemas, como no pueden permitirse (ni necesitan, en la mayoría de los casos) un abogado en plantilla, vamos a complementar su trabajo desde aquí... y así empezamos a trabajar....

Desde entonces, hemos hecho muchas cosas con esa intención, con esa idea. Hemos desmenuzado muchas normas publicadas en los boletines en resumidas circulares, hemos atendido cientos de consultas, hemos redactados mucho informes y siempre tratando de transmitir una idea: sí, el Derecho es lógico, la normativa técnica tiene un sentido aunque no lo parezca, porque alguien tiene que darnos las claves para ver los cimientos y las vigas en las que se apoyan esos ladrillos sueltos que caen sobre la cabeza de los técnicos. Sin esos cimientos, nos pasaremos toda la vida tapando grietas sin llegar a arreglar el edificio...

Es por ello, que como complemento a ese trabajo, con menos periodicidad de la que me gustaría, celebramos un corto pero intenso taller de trabajo que llamamos: Curso KIMIKA de Derecho para técnicos y que siempre comienzo tratando de provocar a los asistentes afirmando: “El Derecho es una ciencia. Al menos tanto como la química y la física. Permitidme que os lo demuestre”.

Cuando el taller termina, tengo que admitirlo, no consigo convencer a casi nadie, pero los asistentes se marchan a su fábrica con un par de herramientas bajo el brazo que les van a ahorrar mucho tiempo de trabajo.... y esa es otra de las máximas que en su día me dio Juanjo Navarro: “El tiempo de trabajo de los profesionales es el recurso más escaso de las fábricas. Cuanto más tiempo podamos ahorrarles más útiles seremos”.

En ello estamos.

Volver a www.aveq-kimika.es

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy me has llegado al alma compañero... por cada página del REACH hay 50 páginas de explicaciones en las guías (y subiendo), con lo cual te encuentras interpretando guías técnicas en lugar de Reglamentos, lo cual es una verdadera aberración jurídica y lleva a situaciones extremas como la vivida con el EPRTR, dónde uno no sabe lo que es obligatorio y lo que sí, y digo yo, porqué no hay guías para la Ley de la Seguridad Social, el Código Civil, o la norma de IRPF...? Porque no hace falta, el Derecho tiene sus propios mecanismos "técnicos" (así, dicho bien alto)para con el tiempo aclarar conceptos, y el abogado los conoce, el problema es que el personal técnico no, y la administración se aprovecha tirando por la vía de en medio diciendo aquello de "tu sabes lo que pone y yo lo que significa"...

Anónimo dijo...

De entenderlo si, pero no de comprenderlo.

Saludos

Anónimo dijo...

Yo creo que al menos en la misma medida que puede entender un abogado la Química ¿no?.

Saludos Luis, te veo "sembrao"

ANGEL

AVEQ-KIMIKA dijo...

¡Tres comentarios!, ¡se me acumula el trabajo!....

Estimado anónimo nº1: ¿Qué te voy a contar que no sepas?, tienes toda la razón. Un profesor mío de la carrera, decía que esa moda moderna de que las normas jurídicas trajeran definiciones era una aberración. Que para definir está el diccionario y que si se usa bien el lenguaje no tiene por qué definirse nada. Esa aberración ha llegado a su máxima expresión con el REACH.... miles de páginas para explicar 3 puñeteros artículos.... una aberración.

Respecto a los mecanismos del Derecho... te contesto un poco más abajo.

Estimado anónimo nº2: Sí, “entender” (Tener idea clara de las cosas) y “comprender” (Encontrar justificados o naturales los actos o sentimientos de otro) son conceptos distintos, aunque hay una acepción en el diccionario que los da como sinónimos.

Pero, ¿acaso importa?. La cuestión es que un técnico tiene siempre la sensación de dedicar muchas horas a leer normas y no termina nunca de estar del todo seguro de estar haciéndolo bien, de que no se le ha escapado nada.... ¿no es verdad?

Ángel: Totalmente de acuerdo... pero a nadie en una fábrica de le ocurriría contratar un abogado como responsable técnico de un fábrica por mucha experiencia que tuviera con la química y sin embargo, se les pide a los técnicos que se manejen con cientos de normas jurídicas sin más preparación que saber buscar el BOE en Internet... es imprescindible conocer los mecanismos y la estructura del Derecho y, a partir de ahí, todo será más lógico, más sistemático y gestionable.

Gracias a los tres

AVEQ-KIMIKA dijo...

¡Ah!, perdón.... Anónimo nº1: tienes un informe jurídico sobre el alcance de las obligaciones jurídicas reales de e-PRTR en la sección de informes de nuestra web... si no lo encuentras pídemelo y te lo mando por email.

Respecto a la interpretación de las normas: tú, como ciudadano, tiens tanta autoridad como cualquiera de la Administración para interpretar una norma jurídica. No hay cosa que más pueda molestarme que cuando estamos trabajando en algo (con técnicos de consultoras usualmente) que me digan... "no ya he llamado al Gobierno Vasco y me han dicho que lo que quiere decir el artículo es eso así que esto es así..."

ALyCie dijo...

Hola Luis
Los técnicos, sabemos de leyes físicas, químicas y biológicas y apenas si sabemos de las leyes de los hombres.
Pero, hay quien se esfuerza, como mi amigo Cúelebre y yo mismo ALyCie. Ahora, lo que hacemos, lo llaman vigilancia tecnológica del entorno!!!
Así, nunca sabremos de derecho.
¡Saludos!