viernes, 26 de junio de 2009
El maestro Javier Monasterio y el amianto (II)
A lo que me refería en la introducción de la entrada de ayer, al aludir al Desarrollo Sostenible quizás necesite un pequeña explicación.
Los conocimientos que ahora tenemos no son los mismos que hace 30 ó 40 años (y no digamos hace 100)... elementos de la realidad, artificiales o naturales eso es indiferente, que la ciencia consideraba peligrosos, ahora sabemos que no lo son y viceversa.
A principios del siglo XX, coincidiendo con los inicios de la expansión del teléfono en los hogares hubo un fuerte repunte de la tuberculosis en Europa. Hubo serias teorías que afirmaban que quizás el teléfono no provocaba la enfermedad pero que era evidente que la favorecía.
Hacia 1875, los médicos se dieron cuenta de que lavándose las manos con agua y jabón, solamente con agua y jabón, la incidencia de muertes de mujeres por infecciones tras el parto bajaba escandalosamente.
¿Eso significa que aquellos que preconizaban la clara relación entre el teléfono y bacilo de Koch eran "malos" o, simplemente, estúpidos?, ¿eso quiere decir que los médicos, hasta finales del siglo XIX era negligentes o ignorantes?...
Dentro de 20, 30 ó 40 años, cuando el cáncer se cure como la tuberculosis, alguien se preguntará ¿cómo es posible que alguien dijera, en serio, que lo teléfonos móviles o las antenas tienen algo que ver con el cáncer?, o, tal vez ¿cómo podían estar permitidos los teléfonos móviles?...
Las ventajas del amianto eran muchas. El amianto ha salvado muchas vidas (la de miles de bomberos, para empezar), el amianto permitió que el hombre llegara a la luna (los aislantes térmicos, elaborados hoy en día con materiales cerámicos y que tantos problemas dan en los transbordadores espaciales, cuyo desprendimiento provocó el desastre del Columbia en 2003, no fueron ningún problema para el programa Apolo porque se hacían con amianto). Hoy somos concientes de que sus muchas ventajas no se ven compensadas por sus riesgos pero no podemos concluir que, en la historia del amianto, ha habido malas intenciones o negligencias. Es, sencillamente, que el Desarrollo Sostenible depende de la ciencia y esta avanza un poco cada día.
Haremos en su momento una entrada sobre el “principio de precaución”, un principio jurídico muy, pero que muy complejo de formular, quizás el más complejo al que se ha enfrentado el Derecho Ambiental y cómo lo ha intentado el Reglamento REACH.
Les dejo de nuevo con el maestro:
En el RD 1299/2006 puede verse su consideración como enfermedad profesional en diferentes apartados
El amianto está constituido por fibras extremadamente finas y largas. Su resistencia al calor, a los ácidos y a las bases, su baja conductividad del calor y de la electricidad, así como su gran resistencia mecánica hicieron del amianto un material utilizado en numerosos campos. Su estructura fibrilar permite hilarlo o tejerlo. Sin embargo, las fibras de amianto se disocian fácilmente y generan un polvo muy fino invisible a simple vista que puede ser inhalado y penetrar profundamente en las vías respiratorias. Este es el peligro del amianto.
Los procesos de defensa fallan y las fibras retenidas en el aparato respiratorio no pueden ser destruidas a causa de sus características físico-químicas. Estas fibras dan gran lugar entonces, muy progresivamente, a una inflamación y luego a una fibrosis del tejido pulmonar (llamada asbestosis) o de su envoltura, la pleura (y dan lugar entonces a diferentes problemas pleurales). Cuando están en contacto con el revestimiento de los bronquios, pueden perturbar la división celular y, después de un largo período de latencia, dar lugar a una transformación cancerosa que a su vez produce un cáncer
bronco pulmonar. Algunas fibras pueden migrar hacia el exterior de la cavidad pleural y provocar fibrosis localizadas (placas pleurales) o un cáncer de la pleura (mesotelioma).
Cáncer de pulmón
Una exposición elevada y de larga duración a las fibras de amianto aumenta el riesgo de contraer un cáncer de pulmón, incluso sin asbestosis. Es evidente que en el caso de este cáncer existe una relación dosis/efecto, pero no es posible establecer un umbral. La exposición a otros agentes cancerígenos, en particular al humo del cigarrillo, hace aumentar este riesgo. Para un mismo nivel de exposición, los fumadores corren un riesgo 10 veces superior al de los no fumadores.
Entre la exposición al amianto y la aparición de la enfermedad el período de latencia es en promedio de 15 a 20 años, y va incluso hasta 30 años. Puede curarse sobre todo si se lo diagnostica precozmente.
Mesotelioma pleural
El mesotelioma es un cáncer primitivo de la pleura (y muy excepcionalmente del peritoneo y el pericardio). Este tumor particularmente maligno es casi específico de la exposición al amianto. Típicamente la enfermedad no se declara sino después de un período de latencia de entre 20 y 40 años. Por oposición al cáncer de pulmón, el mesotelioma pleural puede ser provocado por exposiciones a muy bajas dosis y de corta duración. No hay vínculo con el tabaquismo. Los
principales síntomas son dolores torácicos, tos y problemas respiratorios. Este cáncer es de muy mal diagnóstico, y ningún tratamiento ha demostrado ser verdaderamente eficaz, por ahora
Son posibles otras enfermedades que no detallamos
3. La exposición al amianto
En España está prohibido el amianto desde 2001, y desde 1961 se está reglamentando sobre el, ya sea su VLA, aplicación o practica.
El RD 396/2006 establece las seguridades mínimas de seguridad y salud aplicables a los riesgos de trabajo con exposición al amianto, fijando el VLA-ED en 0,1 fibras/cm3 Los tecnicos no se ponen de acuerdo sobre un límite inferior de seguridad (quizás si decimos
10.000 fibras /m3 nos parezca más alto)
Hasta estas fechas, numerosos trabajadores han ejercido alguna actividad mas o menos estrechamente ligada a el. Tras el periodo de incubación indicado…pueden aparecer los problemas.
El problema se agudiza cuando el material se fragmenta, liberándose fibras de amianto que constituyen el verdadero problema. A esta propiedad se la llama FRIABILIDAD
Hay que considerar no solo su presencia sino como va a ser trabajado: una tubería de fibrocemento no es friable, pero en cuanto metemos la desbrozadora…
Se hace seguimiento del personal que ha trabajado con amianto y control inicial y periódico de los que actualmente trabajan
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