viernes, 10 de octubre de 2008
Razones para apoyar la URF de Petronor
El pasado mes de mayo la Asociación publico un número especial del boletín KIMIKA argumentando su apoyo al proyecto de la nueva unidad URF de Petronor. Recibimos varios mensajes de e-mail pidiéndonos más información sobre nuestros motivos. Esta es una de las respuestas que enviamos.
Estimado Sr. ,
En primer lugar debo pedirle disculpas por el retraso de esta respuesta. Desde AVEQ-KIMIKA tratamos de responder las preguntas o preocupaciones que cualquier persona nos quiera hacer llegar sobre la industria, con el mayor detalle del que somos capaces y la verdad es que somos muy poquitos y los mensajes muchos.
En segundo lugar quiero agradecerle especialmente su interés por nuestra modesta publicación y su curiosidad por este tema en concreto. Soy de la opinión de que hoy en día, en este tipo de temas en concreto, la sociedad en general y los medios de comunicación en particular, suelen acudir a prejuicios y tópicos muy manidos y no se suelen preocupar de los fundamentos de los mismos, de si se basan en verdades científicas o meras suposiciones.
Quizás como ejemplo (y anécdota) pueda contarle el caso de una empresa química de la margen izquierda de la que algunos vecinos decían, con tono despectivo: "fíjate, que harán ahí que no lo han mandado a hacer aquí y dejan hacer en ningún otro sitio de Europa". Esa "porquería" es el gas propelente para los inhaladores farmacéuticos contra el asma (tipo Ventolín) y, efectivamente, nadie más lo puede hacer en Europa porque nadie lo hace con suficiente calidad y seguridad.
La cuestión concreta de la Unidad de Reducción de Fuel de Petronor es especialmente interesante para los estudiosos de esta nueva ciencia llamada "sostenibilidad" donde son necesarios conocimientos científicos y sanitarios, pero también sociológicos y políticos y por supuesto, económicos.
La necesidad de la inversión desde el plano económico no parece estar en cuestión. El fuel, que se va a producir necesariamente siempre que se destile petróleo, tiene cada vez menos salidas pues su único uso, como combustible de barcos y centrales térmicas, se está abandonando debido a que es poco eficiente en materia de emisión de gases de efecto invernadero. Cuando el fuel no lo quiera nadie se convertirá en un residuo y habrá que pagar porque alguien se lo lleve lo que abocará a las refinerías que no estén preparadas al cierre en muy poco tiempo. No sólo Petronor, todas las refinerías que no cuenten con unidades de reducción de fuel cerrarán.
Esta conclusión incontestable nos lleva a pensar que, sociologicamente la URF es necesaria. No es solamente el tema de los impuestos que paga la propia empresa, tampoco es sólo el IRPF que pagan cada uno de los trabajadores gracias a (o por culpa de, según se mire) que tienen empleo. No son solamente los 1000 empleos directos más otros 1000 de contratas fijas (seguridad, comedor, limpieza, mantenimiento...) es sobre todo las decenas de empresas y los miles de trabajadores distribuidos por Euskadi y Cantabria que tienen a Petronor como principal cliente de modo que si la refinería cerrara se produciría un grave crisis social y no sólo en la Margen Izquierda.
¿Todo esto significa que, dada su importancia social y económica, Petronor puede hacer lo que quiera en materia ambiental? Por supuesto que no.
Además de la conciencia ambiental y al gran trabajo profesional de los hombres y mujeres que trabajan en Petronor (de las que yo respondo, aunque, claro, usted no tiene por qué creerme), no creo que exista una empresa tan controlada como la refinería de Muskiz.
No es ya que el Gobierno Vasco sea especialmente exigente al aplicar la legislación más exigente del mundo (la de la Unión Europea), es que la empresa y el propio Gobierno hacen (y publican www.eper-euskadi.net) miles de mediciones anuales, tanto de lo que emite la refinería como lo que puede recibirse en los alrededores, se hacen inspecciones oficiales, auditorias voluntarias, controles de las compañías aseguradoras (que lógicamente tienen un enorme interés en que la refinería sea lo más eficiente y segura posible). Se hacen miles de pruebas y comprobaciones para asegurarse de que la empresa cumple a rajatabla la legislación.
La inversión en la nueva URF es, sin ninguna duda, beneficiosa para el medio ambiente globalmente considerado. El fuel no se puede "desulfurar" de modo que cuando se quema se emiten óxidos de azufre, el principal culpable de la "lluvia ácida". Al eliminar el fuel y convertirlo en, por un lado, keroseno para aviones, del cual el azufre se elimina como de la gasolina, y por otro coque, que al usarse para fabricar cemento el azufre se queda confinado en este, se eliminan estas emisiones. Además de que lo productos que se generan serán menos problemáticos que el fuel para la emisión de gases de efecto invernadero.
En materia de medio ambiente local el balance tampoco es malo. Las dificultades de comercialización fuel fuerzan a las refinerías que no tienen planta de coque a utilizarlo como combustible en sus propios procesos térmicos (al fin y al cabo, refinar petróleo es calentar una mezcla para enfriar por separado los distintos productos). Al convertir el fuel en un producto tan valioso, la refinería no tiene más remedio que utilizar gas natural y con ello mejoran sensiblemente las emisiones atmosféricas mejorando en parámetros como CO, CO2, partículas o SOx.
Como en una evaluación de impacto ambiental hay que tener en cuenta todos los factores, las personas que trabajan en Petronor han tenido especial preocupación con el tema de los camiones.
No sé si sabe que Petronor genera muy poco tráfico de camiones a pesar de su importancia porque la inmensa mayoría de sus productos salen de la refinería por tubería, o bien hacia las instalaciones de CLH en Santurtzi o bien hacia Valladolid o bien directamente a la terminal de Punta Lucero para su embarque. Sin embargo, el coque, al ser un material sólido deberá transportarse en camiones hasta la misma terminal de Punta Lucero.
Se han barajado muchas medidas y alguna se ha tenido que descartar por razones medioambientales (por ejemplo, construir un transporte neumático o con cintas transportadoras implicaría hacer un larguísimo túnel a través del monte).
Las medidas que se van a tomar pasan por abrir una salida nueva de las instalaciones de la refinería en el lado opuesto a los núcleos habitados, utilizar la tecnología más avanzada del mundo para evitar que se genere polvo en la carga y descarga de los camiones (sistemas de presión inversa) y, por supuesto, camiones completamente cerrados.
Por último, el incremento de la presión ambiental derivada del tráfico en la zona es una gota de agua frente al océano que ya está. El paso de los camiones bajo el puente de la Arena no es apenas nada frente al tráfico que transcurre por encima (y al que puede generar un gran centro comercial, por ejemplo).
En fin, ya me he extendido demasiado, pero he tratado de explicarle nuestra postura; en estas cuestiones lo más importante es el equilibrio entre los tres factores: económico, social y medioambiental y, en este caso, ese equilibrio se asegura con creces.
Es muy posible, así lo dicen los científicos, que el petróleo tenga los “años contados”. La sociedad sigue trabajando sin descanso en buscar alternativas y el hecho de que el petróleo esté tan caro favorece esa búsqueda. Mientras tanto, debemos asumir que el refino de petróleo es imprescindible para nuestra sociedad y, si en Bizkaia, tenemos la ventaja de contar con una de las mejores refinerías de Europa debemos aprovecharla y beneficiarnos todos social y económicamente.
En fin, espero no haberle aburrido y le confieso mi interés en conocer su propia opinión al respecto.
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