martes, 23 de junio de 2009

Pues Laura estuvo muy bien...



Ayer estuve todo el día en Madrid, en una jornada que organizaba el Ministerio de Medio Ambiente en la sede central del CSIC, en la calle Serrano, sobre los avances hacia la aplicación efectiva de la Ley 26/2007 de responsabilidad ambiental... si les digo la verdad vine más preocupado de lo que fui.

El día empezó bien. Levantarse de la cama a las 05:45 no es algo que me guste mucho, tampoco me molesta demasiado pero, eso sí, se llega al aeropuerto en un instante. Y siguió mejor. Cuando me subí al metro en la estación del aeropuerto de Madrid, me encontré con Leire Cea (Calidad, Seguridad y Medio Ambiente en Bizkaia Ferroviaria CAF) y Jorge Petralanda (lo mismo de la Federación del Metal, la FVEM)... Siempre es agradable encontrarse con compañeros de aventuras con lo que hace tiempo que no coincides, pero charlar con Leire, siempre sonriente y agradable, una de las consultoras de medio ambiente que más y mejor conocía el sector químico hasta que un día se pasó a la industria, es especialmente grato.

Jorge es un guerrillero que conoce su sector como la palma de su mano. Sabe mucho aunque no lo reconoce y gracias a su trabajo, y al de sus compañeros, la FVEM no deja de incrementar sus afiliados y crecer en actividad y prestigio. Hace pocas semanas han inaugurado su sede nueva en la plaza Euskadi de Bilbao.

En la jornada había mucha gente conocida. Además de Laura Castrillo, Directora de Asuntos Técnicos de FEIQUE y Jesús Ángel Ocio, de Gobierno Vasco que eran ponentes, entre el público había una representación de muy alto nivel de técnicos de industrias y consultoras, muchos de ellos que habían viajado de la Comunidad Autónoma Vasca.

La jornada en si misma, de día completo con 2 horas para comer... se hizo larga. Me siento en la obligación de reprocharle al ministerio la necesidad de cumplir siempre y a toda costa con la corrección política. Era una jornada esencial y fundamentalmente técnica en las cuales, como digo por “corrección política”, se colaron un par de ponencias meramente “políticas” y que estropearon el desarrollo de la jornada. Esas ponencias, sencillamente, sobraban.

Del contenido de las ponencias técnicas, bueno, pues hubo un poco de todo. Jesús Ángel Ocio explicó el proyecto piloto de análisis de riesgos desarrollado en Euskadi basados en la metodología más completa y exhaustiva (UNE 150.008) con una fundición, una empresa de tratamientos superficiales y un vertedero... yo saqué dos conclusiones, sin que vaya en demérito de la excelente explicación de Jesús Ángel: que quedan muchas, muchísimas cosas que definir y que las pocas que ya están definidas le van a costar un dineral a las pymes.

Valentín Alfaya, Director de Calidad y Medio Ambiente de Ferrovial y vocal de la Comisión de Medio Ambiente de CEOE y Vicente Galván, también de Ferrovial, pero hablando en nombre de ASELIP, presentaron los avances del sector de gestión de residuos de residuos en el desarrollo de los informes tipo MIRAT.

Elena Urdiales, de Repsol Estaciones de Servicios, presentó un trabajo estupendo para el uso de Tablas de Baremos en el sector de distribución al por menor de combustibles y Laura Castrillo, hablando en nombre de CEOE, le tocó la difícil papeleta de los avances que se han ido haciendo en otros sectores. Era mucha información en escasos 15 minutos y Laura defendió muy bien su plaza.

Por la tarde, las ponencias fueron muy técnicas y centradas en la parte más inexplorada de todo este asunto: yo soy capaz de evaluar mis riesgos y las especies naturales que pueden verse afectadas si esos riesgos se materializan... pero ¿cuánto vale un haya, una encina o una trucha?.... la normativa se decanta por el valor de reposición.... pero eso es fácil de decir y muy difícil de llevar a la práctica.

El día terminó regular (mal por las circunstancias, pero agradable por la compañía).... Iberia organizó un lío considerable con los cuatro vuelos de vuelta a Bilbao de entre las 19:00 y las 22:20... Jorge y yo compartimos esperas, tertulias con otros pasajeros, incertidumbres, prisas, interminables colas y.... la cena a la que nos invitaron por las 4 horas de retraso.

La verdad es que no creo que perdiera el día, hoy estoy mucho mejor preparado que ayer para explicar a las empresas asociadas qué va pasar con la responsabilidad ambiental, pero el grado de incertidumbre sigue siendo tan grande que estoy más preocupado de lo que estaba... pues la incertidumbre es el gran enemigo de la inversión y más en las pymes.

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1 comentario:

ALyCie dijo...

A mi entender -cortito- ya sabes que vivo en el sector agroalimentario, el problema es la falta de competencia entre compañías de seguros, por lo que todos, hoy, son caros, incluso en el supuesto que los posibles daños estuviesen perfectamente estimados y evaluados.
Las grande compañías muy técnicas, amricanas o sui-zas, ofrecen ya un servicio, cuyo precio -por la propia técnica aseguradora- es muy elevado, así que recomiendo pujar a la baja una y otra vez.
Los que somos de campo, hemos peleados mucho con los seguros.
¡Salud y buenos alimentos!