martes, 26 de abril de 2016

Las medicinas de la biosfera (2ª parte)



Discúlpame Rafa, por no haber contestado antes. La verdad es que suelo aprovechar los viajes en metro (como ahora) para atender el blog y, últimamente, estamos trabajando más en las fábricas que en la oficina. Es muy difícil llegar a las fábricas en transporte público y mis viajes en metro se están espaciando.

En realidad, este blog solamente habla de Derecho. Esta entrada, y otras similares, que rozan peligrosamente el off-topic, son únicamente reflexiones que me permito o, más bien, una forma de explicar que el Derecho, que a diario aplicamos y sufrimos en las fábricas, no surge de la nada, no es un capricho, es solamente el reflejo en un papel de la voluntad de la Sociedad de la que surge, a través de la moral y de la política.

Nadie podrá decir que me ha visto maltratar a un animal o arrancar una planta sin sentido. Me cuesta bastante esfuerzo matar un mosquito y nunca mato una mosca. Las atrapo con vida y las echo de mi casa como todo castigo. En este blog ya he contado que solamente he estado una vez en una plaza de toros, en las Ventas de Madrid, y de ella salí con profundas convicciones anti-taurinas. Por supuesto, no creo que podamos "usar a los animales a nuestro antojo".

"A nuestro antojo"... una expresión dura, sin duda. Sufro de una grave deformación profesional jurídica y tiendo a fijarme en el significado y alcance de cada palabra....  ¿Qué significa "a nuestro antojo"?... ¿Está legitimado el ser humano para servirse de la naturaleza?, ¿es legitimo comer carne?,¿está bien que un animal trabaje en su lugar?... por ejemplo, una yunta de bueyes para tirar de un arado... ¿es legítimo que el agricultor golpee a los bueyes para que avancen con un palo?... ¿cuánto puede golpearlos?, ¿ cuándo empieza a ser una conducta cruel?... Y, cuando están viejos... ¿puede matarlos y comérselos?... ¿toda una vida deslomándose, trabajando de sol a sol, recibiendo palos a cada paso y unos matojos de hierba por todo salario, haciendo su trabajo y, cuando ya no le sirven, los mata y se los come?... ¿es eso un trato justo?

No me gustó nada la película Avatar. No sé si la habrás visto...  Llámame friki, pero uno de los momentos que me estropeó la película fue ese en el que  los malos alegaban el altísimo precio que se pagaba en la tierra por el mineral, el "Unobtainium", que extraían en aquel planeta para justificar todas sus tropelías.

Yo no pude parar de pensar: ¿por qué se pagará tanto dinero por ese mineral en la Tierra?, ¿para qué servirá?... ¿para hacer armas?, ¿para hacer teléfonos móviles?, ¿para curar el cáncer infantil?... ¿cuánto dinero estaría dispuesto a pagar un padre para salvarle la vida a su hija?... No puede ser que tenga un mero valor de cambio (como el oro) porque transportarlo desde otro planeta, más todo el coste asociado a una explotación como esa, lo haría inviable... ¿Sería legítimo explorar los recursos naturales de otro planeta habitado por una civilización inteligente menos desarrollada que la nuestra?, ¿y si solamente estuviera habitado por formas de vida no-inteligentes?, ¿es legítimo explotar recursos naturales que encontremos en la luna?... y así me pasé toda la película... Un desastre.

Aunque a veces no lo parezca, aquí sólo escribo de Derecho... o casi. Pero, claro, es indiscutible que los derechos subjetivos "tengo derecho a..." requieren de una formulación jurídica para su ejercicio, son una vertiente del Derecho.

Uno de los primeros elementos de esa formulación jurídica es el "sujeto de derecho"... ¿Todos los seres vivos no-humanos tienen derechos o solamente los animales?, ¿las gacelas tienen derecho a la vida, a la dignidad?, ¿o es un derecho relativo en función de quién las cace?, ¿el derecho a la vida de la gacela limita el derecho del ser humano a cazarla?, (me permito hacerte ver que, en este momento ya ha intervenido el ser humano...) ¿solamente si lo hace con rifle o también limita la caza tradicional, con lanzas y flechas?, ¿y si esa caza tradicional se realiza para obtener alimentos de subsistencia?, ¿y si es parte de un espectáculo para entretener a los turistas?, ¿y si el sustento de toda la comunidad depende del turismo?

¿No será, más bien, que ese supuesto derecho a la vida de la gacela o ese derecho a la dignidad de los bueyes, son una ilusión provocada porque hemos visto mucha películas de Walt Disney desde muy pequeños y es, en realidad, una limitación a la conducta humana derivada de proteger el valor jurídico de la Sostenibilidad y de aspectos morales (sin duda humanos) asociados al rechazo a la crueldad?

¿Se merecen el mismo nivel de protección animales inofensivos para la especie humana que aquellos que ponen en peligro nuestra vida?, ¿la gacela o un tigre de Bengala?, ¿un ratoncillo de campo o una rata de alcantarilla?, ¿y un mosquito transmisor de la malaria?...

Y es en ese punto dónde llego a mi argumento principal: el Derecho que protege el medio ambiente, protege en realidad la Sostenibilidad. Protege el derecho (subjetivo) de las actuales generaciones humanas a satisfacer sus propias necesidades, sin poner en riesgo el derecho (subjetivo) de las generaciones humanas venideras de satisfacer las suyas propias.

Cualquier otra formulación jurídica que pretenda proteger el medio ambiente por si mismo lleva a conclusiones absurdas... No significando eso, por supuesto, que debamos rebajar ni un ápice nuestro cuidado y protección, sólo cuestiona el porqué de nuestra obligación (jurídica) de hacerlo.

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1 comentario:

Rafa dijo...

Muchas gracias por tu publicación, no era mi intención abrir un debate "off-topic". Tan solo un pequeño aporte "personal" y la apreciación de que eso que consideramos Derecho, es cambiante. Muchas de las preguntas que planteas son de dificil contestación, pero aplicadas a los seres humanos han sido válidas y debatidas durante muchos siglos también (todavía a vueltas muchas de ellas).

Lo dicho, enhorabuena por el blog y gracias por la contestación.