miércoles, 4 de noviembre de 2009

Vigilancia Tecnológica: begi eta belarri, eta teknologia berriak ere...


Allá por 2007, y en gran parte gracias a Juan Carlos Vergara de CDE, abordamos en AVEQ-KIMIKA una debilidad de gestión en materia de Vigilancia Competitiva e I+D e intentamos dar una solución a las empresas asociadas.

Se quejaban, con mucha razón, los responsables y técnicos de I+D+i de las empresas asociadas que dedicaban una excesiva cantidad de tiempo a operaciones rutinarias de vigilancia tecnológica.

Con cierta periodicidad, es necesario comprobar las bases de datos de la principales oficinas de patentes del mundo por si alguien presenta algo asociado a nuestro producto o proceso que nos pueda ser de utilidad (¡o echar del mercado en poco tiempo!). Hay que leer muchas revistas técnicas todos los meses por si una línea de investigación que están siguiendo, pongamos... en la Universidad de Sydney, puede orientar alguno de nuestros trabajos. Hay que procesar muchos newsletters de páginas webs especializadas en tecnología simplemente para mantenerse al día.

Gracias a Internet, esas operaciones las puede hacer una persona sencillamente conectando con cada una de las páginas web de referencia y, utilizando sus propios motores de búsqueda, utilizar unas cuantas palabras clave para saber si había algo. Es una operación sencilla pero que requiere cierto tiempo pues hay que entrar, una por una, en 12, 15, 20 páginas webs diferentes.

En estas estábamos en el Grupo de Trabajo de Vigilancia Competitiva, cuando Juan Carlos Vergara nos propuso una idea, que quizás ya habíamos vislumbrado, pero que Juan Carlos fue capaz de dar forma: ¿por qué no desarrollar un programa informático que lo haga todo en un sólo "click"? y dicho y hecho, con la coordinación de CDE, la programación en software libre de Investic y el apoyo en la arquitectura de Attest comenzamos a trabajar en la idea.

Juan Carlos, además, nos aportó una idea complementaria que cuadraba al 100% con el modo de trabajo de AVEQ-KIMIKA, siempre tratando de atajar debilidades mediante el aprovechamiento de oportunidades: la línea de ayudas de SPRI llamadas Kz-Lankidetza incuía una línea de apoyo al desarrollo de aplicaciones empresariales por parte de asociaciones si se hacían en software libre.

Quizás el término "software libre" necesite una pequeña explicación: las grandes (y no tan grandes) empresas comerciales dedicadas al desarrollo de programas informáticos, da lo mismo que elaboren sistemas operativos (como Microsoft), o aplicaciones ofimáticas (procesadores de texto, hojas de cálculo, bases de datos...), procesadores de imágenes tipo Photoshop o incluso videojuegos, codifican la programación, los códigos internos de su producto con la lógica intención de proteger sus derechos de propiedad industrial e intelectual y que nadie lance al mercado un programa que copie su trabajo sin mayor esfuerzo.

A partir de los años 90, a través del la filosofía de Richard Stallman y otros gurús, y agigantado y globalizado en los últimos tiempos gracias al desarrollo de Internet, se puso en marcha un movimiento que pretende (y consigue) competir con estas grandes empresas mediante la aportación multitud de programadores que cooperando, de forma desinteresada, ceden sus derechos de propiedad intelectual del código informático que escriben, de modo que el siguiente programador en la cadena puede recoger ese trabajo y mejorarlo y ampliarlo.

Así se creó Linux, una seria alternativa a Windows, que cualquiera puede bajarse de su w e instalárselo en su ordenador sustituyendo al boque insignia de Microsoft, cuyo núcleo lo escribió Linus Torvalds, un informático finlandés, pero que hasta su configuración actual ha sido ampliado y desarrollado por multitud de informáticos de todo el mundo. Aunque quizás el programa de software libre que más existo está teniendo es el navegador Firefox que está resultando una dura competencia del Explorer de Microsoft al que, según casi todos los que lo han probado, supera ampliamente en todos los aspectos.

El caso es que trabajamos arduamente hasta que, a principio de 2008, el programa estuvo terminado y listo para instalar. Nosotros aportamos nuestras preferencias en las fuentes: la Oficina Europea de Patentes, la United States Patent and Trademark Office, la Oficina Japonesa... y otras muchas referencias y el programa, con un solo click se encargaba de mirar en todas ellas. A alguien (no sé muy bien quién, tengo que averiguarlo), se le ocurrió llamar al programa Hontza, que significa sencillamente búho en euskera, y que es un animal de grandes ojos (begiak) y de grandes orejas (belarriak)

El programa está a disposición de quien quiera descargarlo instalarlo o utilizarlo como base para otro programa, desde febrero de 2008, en esta página web siendo el 8º programa más descargado de todos los allí depositados por SPRI. (Estos informáticos son la mar de sorprendentes, al lugar web donde se ponen los programas a disposición del público lo llaman repositorio, del latín repositorium que es el término culto para referirse a una alacena o un armario... "Cariño, me traes un vaso para la cerveza del repositorio de la cocina...")

Ahora bien, si son ustedes responsables de I+D+i de una industria, les ha interesado la iniciativa y están deseando instalar Hontza en su ordenador, yo esperaría un poco, por qué, desde marzo de este año estamos trabajando en Hontza 2.0 y el próximo 13 de noviembre tenemos la reunión de lanzamiento con el grupo de trabajo de Vigilancia Competitiva (es una reunión abierta a quien quiera asistir...), con idea de terminar el trabajo en febrero de 2010.

Antes incluso de concluir el trabajo ya estábamos pensando en mejoras. ¿y si evitamos el proceso de instalación en cada ordenador de los usuarios desarrollándolo en forma de aplicación web desde la página de AVEQ-KIMIKA?, ¿y si no es necesario ni siquiera hacer un click y configuramos la aplicación, dejamos que busque sola todos los días, y que nos mande un mensaje cuando allá algo que pueda interesarnos?... y en ello estamos.

Yo creo que lo conseguiremos, aunque con gente tan capaz como los técnicos de AVEQ-KIMIKA, los programadores de Investic o los consultores de CDE la apuesta no tiene mucho riesgo.... ya les contaré qué tal.

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1 comentario:

patxangas dijo...

Hola
Soy Karlos g Liberal Socio y director de tecnología de Investic.

Me paso Juan Carlos el este post y la verdad que me ha sacado varias sonrisas. Lo primero por que me recordó lo que supuso el Proyecto Hontza 1.0 para investic, una empresa que en esos momentos estaba dando casi sus primeros pasos y que tener la oportunidad de trabajar con Aveq, attes y CDE era todo un lujo. Otra de las sonrisas ha sido por lo del nombre "Hontza" yo fui el que propuso ese nombre, como bien has comentado los "informáticos" somos un tanto peculiares y ya no te cuento los que andamos metidos en el "software libre". Una tradición que se mantiene es que todo proyecto en software libre que se precie tiene que tener un animal asociado, Python el lenguaje de programación tiene una pitón. perl un camello/dromedario etc. Y claro nosotros no podíamos ser menos, cuando lo propuse me acuerdo de la cara de sorpresa y asombro de el responsable de attest.

Bueno un saludo y esperemos ver pronto a nuevo Hontza vigilando.